La guerra de Ucrania se ha colado en el Mundial de Esgrima de Milán. La esgrimista ucraniana, Olga Kharlan, venció claramente a la rusa, pero fue descalificada al negarse a estrechar la mano de su rival tras el combate. Un desenlace que ha desatado una gran polémica.
Sin dificultades, la ucraniana vence el combate. Llega el obligado apretón de manos con la rival, pero ella extiende su sable recordándole a la rusa que la otra guerra, la de fuera, aún no ha terminado. "Su país está aterrorizando al nuestro, no quería estrechar la mano a esa atleta, me guiaba el corazón.
Smirnova, la deportista rusa, protestó por el gesto de su oponente. Se niega a abandonar la pista. Espera 50 largos minutos hasta que aplican el reglamento y descalifican a la Kharlan, la ucraniana. "Me dolió tanto que grité de dolor, pero gracias a vuestro apoyo, sobre todo al de los luchadores que nos protegen estoy bien", ha señalado la deportista ucraniana.
Según la federación de esgrima ucraniana, estas fotos de Smirnova apoyando a soldados rusos, en concreto a su hermano prueban que ella compite bajo bandera neutral, pero no lo es.
Mientras tanto, Kharlan lo tiene claro: "Es imposible obligar a hacer las paces a nadie, nunca, especialmente a los ucranianos, nunca". No es el mejor mensaje deportivo, pero es real. Olga Kharlan definitivamente ha sido eliminada, pero ella se siente victoriosa.