Daniela Nazarena Oxance es una joven, de 23 años, que lleva unos cuantos trabajando como camarera en bares y restaurantes de Palermo, un barrio de Buenos Aires (Argentina). Como no puede ser de otro modo, ha visto clientes de todo tipo y ha llegado a recibir propinas muy generosas, como los 100 dólares que le dejaron dos jugadores profesionales de póquer por su buena atención. Pero ninguna propina le ocasionó tanta sorpresa como la del pasado 23 de marzo por la noche.
Hasta Kubo Bar, ubicado en Plaza Serrano, llegaron Paul y sus amigos para disfrutar de una cena al aire libre mientras conversaban sobre sus activos en criptomonedas y en cómo diversificar e incrementar su rentabilidad.
Mientras tomaba el pedido y servía la comida, Nazarena (como le gusta que la llamen) escuchaba atentamente con la intención de comprender algo de ese nuevo negocio que ella considera cautivante y del que, a su vez, no tenía la mínima idea. "Ojalá pudiera entender algo de lo que están hablando", dijo la camarera ante la mirada de los chicos cuando se acercó nuevamente a la mesa, esta vez para entregarles el ticket.
Al advertir su interés por el tema, uno de los jóvenes del grupo le propuso pagarle un extra de la propina en bitcoin. "A los 700 pesos que ya le habíamos dado le propusimos depositar 20 dólares más en una billetera virtual para que ella pudiera comenzar a operar", contó Paul a Infobae, quien rápidamente le sugirió a Nazarena que se bajara la misma aplicación que él utiliza.
Sin dudarlo, la joven le pidió permiso a su jefe para usar el teléfono móvil (tiene prohibido hacerlo en horario laboral) con el fin de acceder a la propina. Toda esa secuencia quedó grabada en un vídeo, que luego fue compartido en Twitter. Lo que más le sorprendió a los usuarios fue cuando Nazarena preguntó: "¿Ahora, qué hago con esto?". Y Paul respondió sin titubear: "Guárdalo 20 años".
Esa breve conversación desató comentarios de todo tipo. Hubo quienes se burlaron de Nazarena y otros que la cuestionaron por haber aceptado esa forma de pago. "Todos comentaban que los chicos me habían boludeado porque no me dejaron propina cuando eso no fue así y muchos me preguntaban qué iba a hacer con esos bitcoin porque no servían para nada y que lo mejor era que los gastara", explicó la joven.
Lejos de amedrentarse, Nazarena contactó por WhatsApp con Paul y le dijo que estaba interesada en hacer el curso de educación financiera que le había ofrecido de manera gratuita.
Consultada acerca de qué piensa hacer con el consejo que le brindó Paul, la camarera fue tajante: "Ese consejo lo pienso tomar. Con lo que me enseñen voy a invertir los bitcoin para generar más dinero en el futuro. Los chicos me hicieron investigar en algo que quizás nunca me hubiese animado y estoy muy agradecida".