10 señales de que eres una persona celosa en tus relaciones y cómo dejar de serlo
Hay personas que también celos en todos los ámbitos: con sus amigos, en la universidad o en el trabajo
Cuando pensamos en los celos lo primero que nos viene a la cabeza es una relación de pareja repleta de posesividad y control, pero una persona puede ser celosa en diferentes grados y en otros ámbitos de la vida ajenos al amor romántico, como por ejemplo con sus amigos, familiares o incluso en el trabajo.
Entender los celos es fundamental para superarlos y aunque no es un camino fácil, nuestra vida social y nuestro bienestar psicológico mejorarán drásticamente. Para lograrlo el primer paso es conocer las señales de alerta.
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Señales de que los celos están controlándote
Algunas de las siguientes señales son tremendamente obvias, pero otras son conductas o creencias muy sutiles que pueden surgir por celos o inseguridades. Es importante reflexionar, ser autocríticos y descubrir cuál es la razón por la que estamos comportándonos así.
- Aunque no tienes pruebas, algo te dice que tu pareja te está siendo infiel.
- Estás excesivamente pendiente de las conversaciones de WhatsApp con tus amigos más cercanos o con tu pareja. Te gusta ser la prioridad incluso cuando hacen planes con otras personas. Además, te enfadas mucho si tardan en contestar.
- Si tu mejor amigo o amiga hace planes con otro grupo, sientes que te está traicionando.
- Cuando conoces a alguien que te cae muy bien, el cuerpo te pide pasar todo el tiempo juntos.
- Según tú, en una relación la privacidad está sobrevalorada. Quieres que tu pareja te enseñe todas las conversaciones e incluso saber su código de desbloqueo o contraseñas varias. ‘Si no tiene nada que ocultar, no le importará’, piensas.
- En la universidad o trabajo te gusta tener la atención de tu profesor o jefe. Si el rendimiento o el comportamiento de otra persona eclipsa el tuyo, te sientes inseguro.
- Tiendes a stalkear obsesivamente las redes sociales de tus amistades y relaciones más íntimas. No sólo conoces al dedillo sus fotos, sino también las de sus ex o amigos cercanos.
- Si tu mejor amigo o tu pareja tiene mucha relación con otra persona, ésta suele caerte mal.
- Cuando alguien te dice que eres una persona celosa, en el fondo piensas que no es para tanto, que actúas normal teniendo en cuenta las circunstancias.
- Más de una vez has perdido los nervios o te has enzarzado en discusiones a raíz de tus celos.
Cómo dejar de ser una persona celosa
Si te has sentido identificado con alguna de las señales que acabamos de mencionar, es hora de reflexionar sobre la influencia de los celos en tu día a día. En vez de martirizarte y sentirte culpable, centra tus esfuerzos en conocerte mejor, averiguar por qué eres celoso o celosa y trabajar para superarlo. ¿Cómo?
- Halla el origen del problema
Algunas personas son inseguras porque en el pasado sufrieron una infidelidad. Otras actúan así porque su pareja o expareja era tremendamente celosa, ‘contagiándose’ con el tiempo. Otras simplemente han tenido malas experiencias a lo largo de su vida, sintiéndose traicionadas en alguna relación, ya sea sentimental o amistosa. Sea cual sea tu caso, es muy útil poder entender cuál es la raíz de tus dificultades.
¡Ojo! Hay personas celosas sin ninguna experiencia traumática a sus espaldas. Normalmente tienen un déficit de autoestima que se ha ido gestando a lo largo de los años. En este caso las inseguridades serían el foco del problema.
- Elabora un análisis funcional de tu conducta
Un análisis funcional en palabras coloquiales es conocer cuáles son los antecedentes del problema, cómo reaccionamos y qué sucede cuando nos sentimos celosos para que se mantenga esta conducta. Por ejemplo, María siente celos cuando su novio sale de fiesta (antecedente). En consecuencia, reacciona escribiéndole todo el rato y acaba sufriendo un ataque de ansiedad (consecuencia). Cuando este sucede, su novio deja tirados a sus amigos y va a ver a María para que se calme (mantenedor).
- Escribe varios pensamientos alternativos
Tras realizar un análisis funcional, tenemos que tranquilizarnos y ser racionales. Aprovecha algún momento en el que estés calmado y seas más o menos realista para apuntar pensamientos alternativos a los celos, como por ejemplo, ‘es importante que mi pareja tenga una vida social para que sea feliz, y eso no significa que me quiera menos’, ‘mi mejor amigo tiene todo el derecho del mundo de hacer amigos y eso no influye en nuestro vínculo’, ‘a mí no me gustaría que me agobiasen e invadiesen mi privacidad, así que no voy a hacer lo mismo’, etc.
- Si todo falla, distráete
A veces es muy complicado actuar de manera racional, así que intenta distraerte. Pon una película, escucha música, haz deporte o sal con tus amigos. El objetivo es encontrar un plan que te impida rumiar una y otra vez esas preocupaciones relacionadas con la traición de tu pareja o amigos.
Aunque distraerte es muy útil, también debes aprender a afrontar los celos. Evitar este sentimiento no va a solucionar nada, solo posponer lo inevitable.
- Pide ayuda profesional
No te avergüences si los celos se te van de las manos y necesitas ayuda psicológica para gestionarlos. Mucha gente se siente o se ha sentido como tú y la terapia les ha beneficiado enormemente.
Un psicólogo no te dará una pastilla mágica que arregle tus problemas, pero te enseñará herramientas para gestionarlos por tu cuenta para que el día de mañana sepas como actuar sin necesidad de pedir ayuda. Es un proceso duro, pero tremendamente necesario.