La empresa Brobot5, en colaboración con Mimcook, han creado un robot 'paellero' que promete irritar a los puristas gastronómicos de la Comunidad Valenciana, que tienen a la paella como su estandarte más preciado. Este brazo robótico, presentado en el Salón de Innovación en Hostelería H&T de Málaga, es capaz de hacer arroz sin la participación de un cocinero humano.
La mecánica de funcionamiento del 'cobot' es sencilla: El brazo robótico introduce los ingredientes dentro de un paellero. El brazo se encarga de remover el arroz y manipular los ingredientes, mientras que el paellero, que tiene en su base de datos la receta proporcionada por un chef experto, controla el fuego y el tiempo de cocción.
Enrique Lillo, director general de Brobot5, intenta esquivar cualquier controversia con los ortodoxos de la paella y se limita a decir a 'El Confidencial' que su robot "cocina arroz". “No queremos polémicas, por eso no decimos que hace paella”, aclara, para precisar que, “de todas formas, tampoco lo sería si la hiciera una persona y no añadiera los ingredientes que ellos consideran. Los valencianos llaman a eso arroz con cosas”.
"Sabemos que los robots son polémicos de por sí”, así que este madrileño de 41 años que ha desarrollado su carrera en el campo de la ingeniería automovilística confiesa que “tampoco nos importa” en exceso las críticas que puedan surgir de su propuesta.
Los responsables de Brobot 5 creen que, más que un rival para los profesionales de los fogones, el aparato puede ser un buen aliado en tiempos de covid-19, ya que se reduce la manipulación de alimentos por parte de seres humanos, libera el chef de las labores que no aportan valor y puede ayudarle a desarrollar la "creatividad".
Lillo explica que “grandes compañías y cadenas hoteleras” han mostrado interés en sus ‘cobots’ y “han comenzado a solicitarnos precios en serio”. “Antes era el Bar Pepe el que nos pedía uno para hacer un evento”, pero ahora, cuando parece que el sector comienza a recuperarse de los efectos de la pandemia, los contactos se han intensificado.
Esta tecnología, así como su coste, se adapta a las necesidades de espacio y recetario que requiera el cliente, “porque debajo de esta empresa hay ingeniería” cuyo objetivo es encontrar soluciones. “Tenemos una persona interesada que nos ha pedido un robot capaz de hacer ensaladas ‘Poke bowl”, señala.
El Salón de Innovación en Hostelería H&T, que concluyó este miércoles tras tres días de exposiciones, conferencias y reuniones, pretende ser un lugar encuentro del sector en el que, entre otros cometidos, se han debatido y mostrado iniciativas poscovid.
Además de ‘gadgets’ como el robot ‘paellero’, el brazo articulado capaz de tirar cañas, los softwares de gestión avanzados, los asistentes virtuales de viajes o los sistemas automatizados de desinfección, esta cita —que se ha celebrado de manera presencial en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (Fycma)— ha sido el escaparate de las últimas novedades en alta gastronomía con la participación de 15 chefs de primer nivel y más de una quincena de sumilleres y 'bartenders' de renombre internacional.
Enrique Lillo lo tiene claro: “Sí”. Fundador de la firma, este madrileño de 41 años, que se define como “un poco friki”, ha desarrollado su carrera en el campo de la ingeniería automovilística y vio un posible nicho de mercado tras la singular propuesta de un amigo. “Fue el año pasado. Se iba a casar y me dijo que construyese un robot para la celebración de su boda” con el que lograr sorprender a los invitados. “Como soy muy cervecero, y sabía que su familia tenía un grifo en casa, le pedí que lo trajera”, recuerda en conversación con El Confidencial, a quien relata que ideó un artilugio capaz de tirar cañas de manera continuada.
El invento fue la sensación del enlace y ese día surgieron los primeros contactos que acabaron llevando a Enrique a la feria Hospitality Innovation Planet (HIP) que se celebró a finales de marzo en Ifema, Madrid. Una importante cita a la que llegaban con el bagaje de haber estado experimentando con un brazo articulado capaz de hacer hamburguesas.
Con un ‘spin off’ en ciernes de su empresa matriz, el espaldarazo definitivo al proyecto de ‘robots cocineros’ vino de la prestigiosa escuela Basque Culinary Center y de ligar, como si de una salsa se tratara, su talento con el de unos “compañeros que, por así decirlo, trabajaban en la automatización del arroz”. “Y surgió el amor”, comenta entre risas, para presentar Brobot5, una compañía de ‘cobots’ que es ejemplo de I+D+i y cuyo nombre es un pequeño homenaje a Número 5, el robot protagonista de la mítica película ochentera 'Cortocircuito'.
Este joven ingeniero, que reconoce sentirse abrumado por el éxito de su producto (“no sé cuántas entrevistas llevo”, afirma mientras apura un pitillo), intenta orillar cualquier controversia con los ortodoxos de la paella y se limita a decir que su robot "cocina arroz". “No queremos polémicas, por eso no decimos que hace paella”, manifiesta, para precisar que, “de todas formas, tampoco lo sería si la hiciera una persona y no añadiera los ingredientes que ellos consideran. Los valencianos llaman a eso arroz con cosas”.
“Sabemos que los robots son polémicos de por sí”, así que los impulsores de Brobot5 tienen callo en este tipo de cuestiones y confiesa que “tampoco nos importa” en exceso las críticas que puedan surgir de su propuesta.
Interés de grandes cadenas hoteleras
Enrique Lillo explica que “grandes compañías y cadenas hoteleras” han mostrado interés en sus ‘cobots’ y “han comenzado a solicitarnos precios en serio”. “Antes era el Bar Pepe —por ejemplo— el que nos pedía uno para hacer un evento”, pero ahora, cuando parece que el sector comienza a mostrar sus primeros estímulos pospandémicos, los contactos se han intensificado.
Esta tecnología, así como su coste, se adapta a las necesidades de espacio y recetario que requiera el cliente, “porque debajo de esta empresa hay ingeniería” cuyo objetivo es encontrar soluciones. “Tenemos una persona interesada que nos ha pedido un robot capaz de hacer ensaladas ‘Poke bowl”, señala, para seguidamente aclarar en tono jocoso que “soy de buen comer y de buen beber, y me va el rollo de hacer gastronomía local”.
El Salón de Innovación en Hostelería H&T, que concluirá este miércoles tras tres días de exposiciones, conferencias y reuniones, pretende ser un lugar encuentro del sector en el que, entre otros cometidos, se han debatido y mostrado iniciativas poscovid.
Además de ‘gadgets’ como el robot ‘paellero’, el brazo articulado capaz de tirar cañas, los softwares de gestión avanzados, los asistentes virtuales de viajes o los sistemas automatizados de desinfección, esta cita —que se ha celebrado de manera presencial en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (Fycma)— ha sido el escaparate de las últimas novedades en alta gastronomía con la participación de 15 chefs de primer nivel y más de una quincena de sumilleres y 'bartenders' de renombre internacional.
En este evento se reconocerán las propuestas más innovadoras en respuesta a la lucha contra la pandemia, las soluciones más sostenibles y el desarrollo tecnológico que suponga un mayor avance para el sector.