Cuando se habla de un negocio ya sea vendiendo productos o servicios, siempre se suelen decir las frases "el cliente manda" o "el cliente siempre tiene la razón". Sin embargo, en el arte no es así. Y especialmente en el mundo del tatuaje.
Los tatuajes a menudo son profundamente personales para la persona que tiene el diseño grabado en su piel para siempre. Aunque pueda parecer abstracto para algunos, el razonamiento o el significado detrás de la obra sólo le importa al propietario.
Es por eso que los estudios de tatuajes son a menudo algunos de los lugares más abiertos y sin preocupaciones, donde los artistas han tenido cualquier tipo de solicitud que uno se pueda imaginar. Aunque, claro está, no siempre el tatuador estará de acuerdo con toda idea de diseño. Es más, los profesionales más veteranos de este mundillo se niegan a hacer determinadas obras, como se demuestra en un hilo en Reddit.
Uno de los usuarios reveló que se había negado a poner el nombre de la pareja. Dada la naturaleza frágil de ciertas relaciones, probablemente sea prudente no optar por tatuarse el nombre de un novio o de una novia y que éste marque para siempre la piel. Otro internauta añadió que "mi artista del tatuaje no hace nombres de personas importantes".
Un tatuador se negó a entintar estrellas porque "aparentemente son para personas que quieren un tatuaje pero no saben lo que quieren". Dando un ejemplo más específico, un usuario explicó que "mi tatuador se negó a darle a un chico tatuajes hasta los muslos de ardillas que persiguen las 'nueces' del tipo".
Otro de los artistas dijo que "cuando estaba tatuando tuve que rechazar a un cliente que quería una pila humeante de caca en su cara. Ojalá estuviera bromeando". Aunque no era un tatuador, un usuario fue testigo de que "un artista en una tienda cerca de mí rechazó a un hombre muy ebrio que quería un espantapájaros en la mejilla".
Es normal que cualquier tatuador que tenga un mínimo de principios se niegue a hacer un tatuaje que transmita un mensaje xenófobo o racista, independientemente del tamaño o lugar en donde lo queramos tener. Los más comunes que suelen negarse a hacer los tatuadores son aquellos que transmiten un mensaje político-social asociado con la extrema derecha o izquierda.
Cuando se trata de 'novatos' dentro del mundillo del tatuaje, los profesionales suelen ser muy reticentes a tatuar en zonas del cuerpo tan visibles como las manos, la cara y el cuello ya que puede haber posibilidad de arrepentirse después estar tintados. No obstante, cuando nos encontramos con personas que ya tienen gran parte de su cuerpo tatuado, digamos que esta posibilidad queda descartada.