La crueldad no tiene límites. Kiryusha, un pastor alemán de siete años, fue enterrado vivo por sus propios dueños que aseguran que lo hicieron “por error”. Sin embargo, el animal logró salir de su tumba y escapar hacia una carretera, donde una mujer le rescató y, gracias a ello, tiene una nueva familia.
Tras lograr escarbar la tierra que le aprisionaba, Kiryusha corrió bajo la lluvia atravesando un bosque del norte de Rusia por una carretera con la fortuna de que Olga Lystseva, una amante de los animales, le vio y le metió en la parte trasera del coche. Olga compró comida a Kiryusha y después él durmió todo el camino hasta Ukhta, donde le dejó a cargo de una protectora de animales.
A través de la red social rusa VK, los voluntarios de la protectora compartieron imágenes del animal, sobre el que descubrieron que venía de Yemva. Además, localizaron a sus dueños que, explicaron que el perro estaba enfermo por lo que le habían suministrado una inyección letal.
Si bien el animal tenía el pelo de una pata cortado (donde supuestamente le habían inyectado la dosis), su estado de salud no era grave: era un perro completamente sano. Ante esto, admitieron haberle enterrado vivo “por error”, según publica el diario británico ‘Metro’.
Tras algunos días, Kiryusha ha sido adoptado por otra familia que afirma que es un animal bondadoso: “Camina con una correa, no corre hacia ninguna parte, rara vez se pelea con otros perros y no ladra”.