El aparcamiento de la iglesia GraceLife, al oeste de Edmonton, en el condado canadiense de Parkland, volvió a abarrotarse este domingo por la mañana cuando su pastor James Coates predicó por primera vez después de ser encarcelado en febrero por no seguir las medidas de salud pública decretadas para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Estas limitan al 15% la capacidad de los lugares de culto.
En una declaración a CTV News Edmonton, Alberta Health Services (AHS) dijo que está al tanto de las "preocupaciones de salud pública" y que se ha emitido una orden de un funcionario ejecutivo que requiere el cierre del templo hasta que se cumpla con las restricciones.
La orden incluye el requisito de que la capacidad de GraceLife esté limitada a 92 personas y que cada feligrés utilice una mascarilla en todo momento mientras se encuentre en el espacio interior, así como mantener una distancia mínima interpersonal de dos metros.
AHS asegura que "ha extendido una oferta para reunirse virtualmente con representantes de Grace Life Church para discutir el aumento en los casos de covid-19 y responder cualquier pregunta sobre las restricciones actuales". "La acción colectiva de los líderes de todas nuestras comunidades es necesaria para frenar la propagación de este virus. Existe una necesidad urgente de minimizar la transmisión", subraya.
Los oficiales de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) estuvieron presentes antes del servicio y apuntaron a CTV News Edmonton que se encontraban allí para mantener la paz, quedándose en todo momento fuera del recinto. Estuvieron verificando el número de personas y encontraron que la asistencia estaba nuevamente sobrecargada.
Coates fue recibido con aplausos, vítores y una ovación de pie cuando regresó al púlpito al comienzo del oficio. "Es una gran bendición estar aquí con ustedes. Estoy muy agradecido por todo el amor y el apoyo que me han mostrado a mí y a mi familia", manifestó a la congregación.
Coates fue encarcelado el 16 de febrero después de que en repetidas ocasiones organizó servicios religiosos en GraceLife que excedían la capacidad del 15% exigida por Alberta. Estuvo entre rejas un mes porque se negó a aceptar las condiciones de su liberación después de que le concedieran la libertad bajo fianza. El domingo se refirió a su negativa a aceptar seguir la orden de salud pública y dijo que el amplio "impacto" de esa decisión lo "asombró".
El pastor fue acusado de dos violaciones a la Ley de Salud Pública y de incumplimiento de una condición de su compromiso. Se declaró culpable de un cargo menor, el último cargo como parte de un acuerdo por el que uno de los dos cargos de la Ley de Salud Pública fue retirado.
Su juicio de tres días por el cargo pendiente de la Ley de Salud Pública comenzará el 3 de mayo.