No voy a ver a mi pareja en verano: tres claves para rebajar la angustia de la separación
Después de un curso juntos, os tenéis que separar en verano, ¿cómo hacer que funcione?
¿Cómo gestionar la tristeza y la distancia para sobrevivir al verano?
La antítesis de los amores de verano se encuentra en aquellas parejas que deben pasar los meses de calor separadas porque acaban las clases, uno de los dos se va al pueblo, surge trabajo fuera o simplemente les apetece pasar tiempo en otro sitio. La gran pregunta es cómo gestionar una relación a distancia. No es fácil, pero tampoco imposible, y por eso hoy hemos recopilado algunos consejos que pueden resultar útiles a cualquiera en esta situación:
El caso de Nico (20 años) y Sandra (19 años)
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“Sandra y yo nos conocimos el año pasado. Yo estaba en segundo de carrera y ella entró ese año en mi facultad. Desde el principio conectamos. Al poco tiempo empezamos a salir más en serio y hemos estado juntos muy bien.
El problema es que yo acabo de llegar de Erasmus y justo ella se marcha a trabajar de Au Pair a Inglaterra durante verano para ganar algo de dinero. Estamos en crisis porque han sido muchos meses de distancia y esto nos ha hecho plantearnos hasta tirar la toalla. Surgen celos Luego pensamos en lo mucho que nos queremos y que realmente sólo son unos meses más, pero se pasa muy mal.
¿Hay alguna forma de afrontar mejor la separación o nos vamos a pasar todo este tiempo fatal?”
Lo más importante: mantener una buena comunicación
Si de por sí es difícil gestionar una relación en la misma ciudad, imaginaos lo complicado que resulta hacerlo cuando hay cientos de kilómetros de por medio. Este tipo de parejas depende en gran parte de la comunicación a través de las redes sociales, con las desventajas que eso supone.
Actualmente podemos hablar con una persona en la otra punta del mundo con extremada facilidad, pero las relaciones interpersonales abarcan muchos aspectos inviables a través de WhatsApp, Facebook o Skype. Por ejemplo, el tono de voz se pierde cuando conversamos por escrito, y a día de hoy no se ha inventado ninguna aplicación que permita acariciarnos, besarnos o compartir momentos de intimidad a distancia.
Inevitablemente se sufre. Sientes que te alejas de esa persona y la clave para evitar que esto suceda es la comunicación eficiente.
No hace falta que os contéis absolutamente todo lo que hacéis a lo largo del día, pero sí que debéis compartir aquellas cosas que os preocupan o que tenéis por la cabeza, sobre todo si se refieren a algún aspecto de la relación. No puedes esperar que la otra persona sepa lo que piensas, así que sincérate, sé claro y ataja el problema de raíz.
Un consejo especialmente útil es recurrir a las videollamadas o llamadas para hablar de estos temas tan importantes. De todos modos, no importa tanto el medio de comunicación como ser sincero, respetuoso y abierto.
Hay vida más allá de la pareja
Evita pasar todo el verano obsesionado con tu pareja, recluido en casa hablando con ella o contando los minutos que quedan para volveros a ver. Aprovecha para cultivar otras aficiones y para pasar tiempo con tus amigos.
Estar con tu novio o tu novia es genial, nadie lo niega. Sin embargo, a veces las relaciones nos abstraen y nos quitan tiempo de otras cosas que nos llenan o nos apasionan.
Esas tardes que tienes vacías son el momento ideal para aprender algún idioma, apuntarte a clases de surf o hacer ese viaje con tus amigos del que lleváis hablando meses. Ya verás como el tiempo pasa volando si lo ocupas bien.
La soledad no es mala, créeme
Además de implicarte en actividades y aficiones, también puedes aprovechar para pasar más tiempo contigo mismo.
La soledad asusta un poquito, pero autoconocerse mejor es un ejercicio que todos los psicólogos recomendamos porque…
- Averiguas qué es lo que quieres, lo que te hace feliz y lo que no te aporta nada más que disgustos.
- Conoces mejor tus virtudes y tus debilidades.
- Aprendes a aceptar aquellas cosas de ti mismo que no te apasionan, pero que te convierten en quién eres.
- Descubres que tus errores no te definen.
- Disfrutas más de las relaciones porque cuando estás a gusto en solitario, tener pareja se convierte en una elección libre y no en una necesidad desesperada.
¿Todavía te queda alguna duda para dedicarte tiempo a solas?
Y si todo esto falla…
Aprovecha algún fin de semana para ir a ver a tu pareja. Aunque a veces no podemos permitirnos un viaje, un hotel o pasar varios días fuera de casa, siempre hay cosas de las que podemos prescindir para ahorrar. Por ejemplo:
- Deja de fumar durante el verano, ya verás cuánto ahorras.
- ¿Ves esas zapatillas tan bonitas y tan caras que tienen tu nombre en la etiqueta? Seguramente seguirán ahí cuando acabe el verano (y a lo mejor han bajado de precio).
- Evita cenar fuera todos los días de la semana. Puedes sacar un bocadillo de casa o invitar a gente a tu piso.
- Aprovecha para dar más fiestas en casa en vez de en bares. Puedes ir turnándote con tus amigos.
- Vete al cine el día del espectador y en vez de comprar palomitas y refresco, cena en casa.
Todos estos trucos suponen un sacrificio, pero el objetivo a largo plazo es poder ver a tu pareja y ya de paso viajar un poco. Compensa, ¿no crees?