La madre de Jerico, un niño con autismo de 10 años, entró en pánico cuando se enteró de que la empresa que elabora el único alimento que come su hijo iba a dejar de fabricar ese producto, según informa 'Global News'.
Jenna Roman, vecina de la Columbia Británica, explicó que el menor ha sufrido una aversión a la comida casi toda la vida, de modo que su alimentación supone todo un reto. De hecho, aparte de un batido con verduras y vitaminas, su única comida diaria se compone de 24 gofres congelados de jarabe de arce y canela de la marca 'Nature's Path'.
Los intentos de esta madre a lo largo de los años por ampliar la gama de alimentos del muchacho, incluso con terapia, solo le generaron ansiedad y aumentaron sus problemas de reflejo nauseoso. Sin embargo, Roman consiguió romper ese "círculo vicioso" a principios de 2020, cuando el niño empezó a consumir ese producto después de que un ataque le llevara a dejar de comer durante casi dos semanas.
Sin embargo, a principios de enero notó que cada vez le resultaba más difícil conseguir los gofres, hasta que se enteró de que iban a dejar de estar disponibles en Canadá y que dejarían de fabricarse, una información que le generó "pánico y estrés".
Un amigo de un amigo trabaja en 'Nature's Path', difundió el caso entre los empleados de la compañía y la historia llegó a los dirigentes, que rastrearon sus existencias y encontraron seis cajas en un almacén de Illinois (EE.UU.) que enviarán a esta familia.
Para almacenar esos envases, Jenna Roman lanzó una campaña para obtener fondos que le permitan pagar un congelador con el tamaño suficiente para almacenar esas existencias: "ya no tengo que preocuparme más", aseguró aliviada.