Margarita, una mujer de 86 años, que vive en Guadalajara, al oeste de México, tiene un hijo en Estados Unidos, con el que no es fácil comunicarse ya que ella no tiene teléfono móvil, pero la pertinaz mujer ha ideado una manera muy especial de hacer saber a su vástago que se encuentra bien, según cuenta su sobrina nieta a 'La República'.
Cada domingo, la anciana coge el autobús y acude a la misa programada en la catedral de Guadalajara. ¿El motivo? El culto es grabado y retransmitido en Estados Unidos. De ese forma, su hijo Ray puede observar la emisión internacional y ver a su madre. “Yo no lo veo a él, pero él a mí sí”, dice la octogenaria.
Margarita trata de ponerse siempre en primera fila e incluso le dirige algún gesto. “A veces, cuando paso a comulgar, hasta hago como un saludito discreto para Ray”, se lee en la publicación de Siboney Flores, comunicadora fact-checking, que hizo público el caso. El joven no se pierde las apariciones televisivas de su madre y cuando consiguen hablar le describe la ropa que llevaba puesta para demostrarle que la ha visto.
La historia llegó a muchos usuarios de las redes sociales. Algunos sugieren que una videollamada facilitaría la comunicación y les haría muy felices, por lo que la sobrina nieta de la protagonista se comprometió a concederle su propio móvil.
Entre diversas maneras de comunicarse, la mujer escogió una muy especial. El hijo no se pierde la retransmisión y cuando consiguen hablar, incluso, le describe la ropa que llevaba para demostrarle que la ha visto
La tierna historia de una mujer de 86 años se difundió el domingo 21 de noviembre. Margarita tiene un hijo que vive en Estados Unidos, por lo que ideó un modo para que él pudiera saber que la octogenaria está bien, relata su sobrina nieta.
Ella no cuenta con un teléfono móvil: “Yo no lo veo a él, pero él a mí sí”.
Cada domingo, la anciana coge el autobús y acude a la misa programada en la catedral de Guadalajara, ciudad al oeste de México. ¿El motivo? El culto es grabado y retransmitido en EE. UU. De ese forma, su hijo Ray puede observar la emisión internacional y ver a su madre.
Margarita trata de ponerse siempre en primera fila e incluso le dirige algún gesto. “A veces, cuando paso a comulgar, hasta hago como un saludito discreto para Ray”, se lee en la publicación de Siboney Flores, comunicadora fact-checking, que hizo público el caso.
Según Siboney, el hijo no se pierde la retransmisión dominical y, cuando consiguen hablar, incluso le describe la ropa que llevaba para demostrarle que la había visto.
La historia llegó a muchos usuarios de la red social mencionada. Algunos sugieren que una videollamada facilitaría la comunicación y les haría muy felices, a lo que la sobrina nieta de la protagonista se comprometió a concederle su propio celular.