¿Qué te haría pasar peor rato? ¿Que tu padre te pille "haciendo cosas" en internet o que tu madre se siente a tu lado y te pida que le enseñes a usar Tinder? Pues si tienes una relación natural con tu madre, probablemente las dos situaciones te resultarían anecdóticas, pero nunca traumáticas. Ese es el caso de Daniel, que ayudó a su madre a aprender a usar Tinder para que se echara algún rollete. ¡Y nos lo ha contado para Yasss!
Un día mi madre me dijo que tenía Tinder. Tampoco me pilló mucho por sorpresa porque antes había usado otro tipo de apps de este tipo y siempre me lo acababa contando.
Ella lleva 20 años separada, así que por las circunstancias de su vida lleva muchos años conociendo gente y sí que había usado internet antes para buscar relaciones anteriormente. Así que no me chocó tanto el día que me dijo que tenía Tinder, porque la usa con la misma familiaridad que ha usado otras páginas de contactos.
Yo entiendo que para alguien que no supiera que su madre usa ese tipo de cosas igual podría ser más fuerte para él enterarse. Pero yo lo tengo bastante normalizado. Me hace gracia, pero siempre he sabido que ha usado otras aplicaciones, a lo mejor orientadas a un público de más de 40, tipo Meetic o cosas así. Yo creo que Tinder no está enfocado para nuestras madres, el target de Tinder no es la gente de la edad de mi madre, porque no es tan efectivo para ellos.
Me parece que a la gente de la edad de mi madre y a ella les cuesta más entender el funcionamiento de Tinder. Lo de ir pasando fotos y que los dos coincidan en gustarse para empezar a hablar y esas cosas, porque no es lo que solía ocurrir en las webs.
No es que tenga yo muchos tips para saber ligar en Tinder, pero sí es cierto que mi madre me preguntó cómo iba la app, por lo que digo, que no se parece tanto a las webs. Le tuve que enseñar lo de deslizar y decir “este sí y este no”. Le enseñé el funcionamiento técnico, por decirlo así, porque para ligar por Tinder… A mí no me habla nadie, por ejemplo. Y si no haces match y coincides con gente no te va a hablar nadie y es como si no pudieras usarla. Eso le chocó bastante.
Creo que por este punto de vista de que tradicionalmente la mujer en ese tipo de apps es la que recibe los saludos y es más pasiva, en el sentido de que “siempre me hablan a mí”, que a mi madre no le gustó mucho. Y cuando hablé con mi madre sobre Tinder, y le expliqué que tenía que tomar ella la iniciativa… ella estaba acostumbrada a la pasividad, a esperar a que vinieran los hombres a hablarle.
También flipó mucho lo de que ciertas aplicaciones sean gratis para mujeres y de pago para los hombres. Precisamente por eso tampoco duró mucho en Tinder, porque no se siente en su ambiente. Si llevas desde los 2000 usando aplicaciones de este tipo, Tinder te resulta extraño, por eso decía que esta app no está destinada a la gente que tiene como 50 años.
Lo que sí es cierto es que ella ha conseguido más citas usando sus páginas de toda la vida que yo en Tinder. Y si no ha tenido más ha sido porque no ha querido, porque tiene esa mentalidad de que no está bien quedar con muchos hombres. Yo muchas veces la he empujado un poco diciéndole que no tiene que darle explicaciones a nadie. Que si le cuadra y le apetece, que quede como si quiere uno cada día. Yo le digo que si le va bien, mientras tenga cuidado, que haga lo que le apetezca.