Una adolescente británica vio a Simba, de siete años, anunciada gratis de Pets 4 Homes y decidió ponerse en contacto para dar a su madre una sorpresa. Su progenitoria regresó a casa y se encontró en su sala de estar con un mastín tibetano de 45 kilos que su hija adoptó a sus espaldas.
Sin embargo, la madre no compartió el deseo de su hija de un nuevo perro y explicó la situación a la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA) en el condado de Kent, que desde entonces ha acogido a Simba. La RSPCA es una organización de caridad que promueve el bienestar de los animales y que tiene su sede en Inglaterra y Gales.
La inspectora de la RSPCA, Kirsten Ormerod, aseguró que Simba "tiene un microchip, así que logré rastrear a sus dueños originales y les aconsejé que deberían haber buscado la ayuda de una organización benéfica de renombre para asegurar un buen hogar".
Kirsten explicó que Simba necesitaba desesperadamente atención veterinaria ya que su pelaje grueso se había enmarañado y tiene un absceso por el que está siendo tratado. Una vez castrado y dado el visto bueno por los veterinarios, la RSPCA lanzará una búsqueda de la nueva familia amorosa de Simba. Kirsten apuntó que se trata de un animal "tranquilo, gentil y dulce".
En medio de los temores de que las 'mascotas pandémicas' tarde o temprano no sean bienvenidas en los hogares de todo el país, la RSPCA ha instado a las familias que luchan por cuidar a sus mascotas a buscar ayuda en organizaciones benéficas y centros de rescate de buena reputación.
La experta en bienestar de mascotas de RSPCA, la doctora Samantha Gaines, dijo que "tememos que a medida que la vida comienza a volver a la normalidad y las personas regresen al trabajo, pueden sentir que ya no tienen tiempo para sus mascotas o que no pueden hacer frente a los problemas de comportamiento que surgen de un cambio en la rutina. Y es posible que veamos que se entregan, abandonan o regalan más animales".