De sobra es conocido que, de todos los videntes, Nostradamus no era precisamente el que más se caracterizaba por su optimismo. El filósofo francés completó sus cuartetas poéticas de 'Les Prophéties' (Las profecías) de versos que anunciaban catástrofes de todos los tipos.
No obstante, sus predicciones están muy sujetas a la interpretación que se hace de ellas, pues siempre son ambiguas y a menudo dependen de quién las atribuye a qué y a cuándo. Algunos de sus supuestos estudiosos se han referido a las profecías que Nostradamus, que murió en 1566, habría dejado para el año que está a punto de comenzar. Y, aunque no sea una sorpresa, no son nada halagüeñas.
"Pocos jóvenes: medio muertos para empezar", señala en algunos de sus versos, atribuidos por portales como Yearly-Horoscope al 2021. "Padres y madres muertos de infinitos dolores / Mujeres de luto, la pestilente monstruosa: / El Grande no será más, todo el mundo se acabará", escribió con su habitual pesimismo el poeta.
Muchos han equiparado esta predicción con la llegada del apocalipsis zombi. Y no sólo eso, también han querido ver en esas palabras una advertencia sobre la llegada del coronavirus, por más que esos versos valgan para anunciar un desastre en casi cualquier momento.
Por si nos faltaran malos presagios, también sus seguidores han querido ver el anuncio de una hambruna, pues al parecer hasta ahora era un problema inexistente: "Después de un gran problema para la humanidad, se prepara uno mayor", escribió Nostradamus. "El Gran Motor renueva las edades: / Lluvia, sangre, leche, hambre, acero y plaga", añadió.
Según el francés, 2021 traerá además un meteorito asesino: "¿Se ve el fuego del cielo, una larga chispa encendida? / En el cielo, se ve fuego y una larga estela de chispas", dice en otros de sus funestos augurios.
Nostradamus, que era poco dado a predecir buenas noticias, a menudo es interpretado con una libertad poco fiable, pues sus versos son muy vagos y válidos para casi cualquier tragedia sucedida en cualquier lugar y en cualquier momento.