La dueña de una de las gatas más obesas del mundo se defiende de las acusaciones de maltrato animal que está recibiendo. Y es que Liznya, la gata en cuestión, tiene casi más de 9.000 seguidores en Instagram que se han enamorado de su grandiosa personalidad. A pesar de su alarmante tamaño, su dueña insiste en que no está sobrealimentada y que solo come lo que le aconseja el veterinario, que se hinchó durante y después del embarazo.
La dueña lamenta los muchos ataques que ha recibido, algunos "tristes de leer", deseándole la muerte e insinuando que el felino ni siquiera puede caminar debido a sus problemas de peso: "Algunas personas escribieron que lo hacemos a propósito. ¿Cómo puedes creer eso? Incluso se niega a comer cualquier otro alimento que no sea su comida dietética".
"Es cierto que nuestra gata estaba preñada y esterilizada después, pero no afirmamos que esta sea la razón exacta por la que se volvió obesa. Escribimos que comenzó a aumentar de peso rápidamente desde su embarazo e incluso más rápido después", se defendía.
En una publicación en Instagram en la que respondía preguntas sobre su dieta, explicó que Liznya había ido al veterinario varias veces y que se ceñía a su dieta recomendada actual. "Ahora parece que ha dejado de subir de peso con su plan actual, pero todavía hay problemas para adelgazar. No podemos llevarla al veterinario con demasiada frecuencia, pero definitivamente lo haremos una y otra vez si es necesario.
A pesar de su tamaño, a Liznya todavía le gusta jugar. "Puede caminar, ¡incluso le encanta jugar a cazar! Estamos de acuerdo en que necesita ser más activa para perder peso. Si algunas personas todavía no creen lo anterior, bueno, esa es su opinión, pero por favor no difundan información falsa y no deseen que los dueños mueran. Es un poco triste leer mensajes como este", zanjó.