El poder de las emociones: 15 tipos de dolores físicos que tienen origen emocional
Informativos Telecinco
Nuestras emociones están ligadas a nuestro estado físico
En los últimos años muchas investigaciones se han centrado en comprobar el poder que tienen las emociones sobre el cuerpo humano, dando lugar a estudios que confirman una relación más que evidente entre nuestro estado físico y nuestras emociones, según informan páginas de salud.
El cuerpo suele dar la voz de alarma cuando algo no funciona bien, y por ello conviene prestarle atención a los distintos dolores físicos, ya que a través de ellos el organismo puede estar manifestando que hay algo emocional que provoca ese dolor.
El malestar emocional tiene formas muy diferentes de manifestarse, y una de ellas puede ser a través del dolor corporal. Y aunque es cierto que a veces no es fácil escuchar lo que nuestro organismo nos quiere decir, conocer algunos de los significados que pueden tener diferentes dolores físicos puede ser de gran ayuda. Estos son algunos de ellos:
Dolor de cabeza. Es el dolor emocional por excelencia. Alerta de que el cuerpo necesita descansar. Puede estar causado por situaciones de estrés y presión, relacionado con un periodo de toma de decisiones importantes. Una solución contra esto es la relajación: descansar la mente ayuda a solucionarlo.
Dolor de hombros. Está asociado a un exceso de carga emocional sobre nosotros. Cargar con problemas ajenos y acumular malos sentimientos puede manifestarse a través de este dolor.
Dolor de espalda superior. Este dolor puede aparecer por la soledad que la persona esté sintiendo y también por la confusión ante diferentes hechos, es decir, está relacionado con lo poco sostenidos que nos sentimos, emocionalmente hablando.
Dolor de cuello. Puede estar provocado por la acumulación de rencor y malos deseos hacia otras personas. Esa rigidez ante los demás puede manifestarse en el cuello. Además este tipo de dolores se relacionan con el perdón: perdonar y expulsar malos sentimientos puede ayudar a curarlo.
Dolor de codo. Dolores injustificados de codo pueden alertarnos de una excesiva resistencia al cambio o a un hecho que esté marcando nuestra vida. Relájate e intenta ser un poco más flexible, verás como este dolor disminuye notablemente.
Dolor lumbar. Está relacionado con los problemas económicos. Advierte del estrés provocado por ese tipo de problemas.
Dolor de estómago. Estos dolores crónicos pueden estar manifestando que no somos capaces de asimilar o enfrentar determinados problemas. Los trastornos gastrointestinales frecuentes están vinculados a situaciones de difícil aceptación: situaciones que no puedes digerir del todo bien en tu vida.
Dolor de cadera. Puede ser síntoma del miedo a enfrentar nuevos retos, a cambios en tu vida.
Dolor de rodillas. Suele vincularse a la sobreexigencia con uno mismo.
Dolor de pies. Siempre se asocia a la depresión y a un estado de ánimo bajo. Los pies son partes del cuerpo muy sensibles y son capaces de detectar este tipo de emociones negativas en nosotros.
Dolor de tobillos. Este dolor puede deberse a una falta de placer en tu vida.
Dolor de dientes. Puede estar provocado por una situación en la que no nos sentimos cómodos y no sabemos cómo lidiar con ella.
Dolor de brazos. Un dolor injustificado de brazos en general puede deberse a una enorme carga en tu vida que te está impidiendo avanzar.
Dolor de encías. La falta de compromiso y la inseguridad se asocian siempre al dolor en las encías.
Dolor en el cóccix y en el sacro. Los dolores en esta parte del cuerpo suelen deberse a situaciones que nos preocupan y nos tensan.