Si algo tienen en común, actualmente, las nuevas corrientes nacionalistas es separar a unos de otros. No obstante, una curiosa iniciativa que viene a demostrar que estas prácticas políticas no tienen nada que ver con las personas. La herramienta para conseguir la unión en esta ocasión es el arte, expresado a través de un vídeo de cómo un macrotatuaje que conecta a 61 desconocidos de diferentes países, para acabar con el racismo y la xenofobia (rechazo a los extranjeros).
"El mundo no puede venirse abajo si te atreves a conectar", reza el lema del spot llamado The World Piece. En esta curiosa iniciativa, el reputado tatuador Mo Ganji ha utilizado las espaldas de 61 participantes como lienzo.
Cada dibujo, que conecta a su vez con los que tiene a ambos lados, representa algo especial para los protagonistas. "Odié a los negros, odié a los musulmanes, odié a los judíos. Creo que, en realidad, tuve miedo de todo el mundo", expresa una de las tatuadas.
Para llevar a cabo esta solidaria y emotiva campaña, la web animó, gracias a la ayuda de la comunidad de amantes de los tatuajes Tattoodo, a personas de todo el mundo a presentarse. Finalmente la compañía seleccionó a 61 finalistas, que acudieron a Londres para tatuarse y contar sus vivencias a cámara.