Los agentes de policía de Pueblo Esther, en la provincia de Santa Fe, Argentina, no se podían creer lo que estaban viendo cuando pararon a un conductor y le hicieron una prueba del alcohol.
En un principio pensaron que la máquina que mide el alcohol en sangre de las personas se encontraba estropeada por lo que volvieron a comprobar el medidor en otra persona y la maquina volvió a medir. Fue entonces cuando comprendieron que al conductor al que le estaban haciendo la prueba se encontraba en tal estado de embriaguez que el medidor no llegaba a esos límites.
Fue la propia Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) quien a través de una publicación en Twitter con la foto del alcoholímetro explicó que la máquina no se encontraba rota sino que la medición máxima del aparato estaba por debajo del nivel del alcohol que tenía el conductor.
Junto a la fotografía, explicaban: “Este alcoholímetro no está roto. El conductor tenía un nivel de alcohol superior al que el dispositivo puede medir: más de 3 ml. Lo detectaron los inspectores de tránsito de #PuebloEsther.
Acordemos como sociedad que está conducta es inadmisible. Al volante cero alcohol”
La DGT establece que la tasa máxima de alcohol permitida es de 0,25 miligramos por litro en aire respirado para conductores en general, mientras que la tasa máxima que puede medir el aparato es más de 3 mililitros.