Mi ex me fue infiel y eso le está pasando factura a mi actual relación
A veces proyectamos los defectos de nuestro ex en nuestra pareja actual
La sinceridad y el trabajo de nuestra autoestima son las claves para que lo que te pasó en el pasado no afecte a tus futuras relaciones
Cuando hablamos de infidelidades no es fácil dar consejos. Cada pareja es un mundo y algunas personas deciden poner fin a la relación porque se ven incapaces de restablecer la confianza rota. En cambio, otras intentan superar esta dura noticia y mantener a flote la relación. Se tome la decisión que se tome, hay un hecho innegable: una infidelidad trae consigo consecuencias muy negativas que pueden afectarnos incluso en posteriores relaciones.
Esto es lo que le sucede a Helena, una chica de 24 años que está sufriendo las secuelas de su anterior relación con su pareja actual. Hoy analizaremos su testimonio y, con él, varios tips para dejar el pasado atrás.
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Helena, 24 años: "Mi ex no sólo me puso los cuernos, también me dejó él"
Mi anterior relación fue muy tormentosa. Tenía totalmente idealizado a mi ex. Me parecía el más inteligente, el más divertido y el más atractivo, y pensaba que estar con él era un privilegio porque yo era todo lo opuesto. Poco a poco empezaron a llegar a mis oídos cotilleos de que tonteaba con otras y de que incluso había hecho cosas más serias, pero no quise hacer caso a la gente. Estaba cegada.
Después de meses de infidelidades me dejo. Sí, no sólo me puso los cuernos, sino que además fue él quien me dejó. En aquel momento me sentí la persona más tonta del mundo, aunque ahora agradezco que lo hiciese porque yo jamás habría tenido la fuerza para romper con él.
Tras dejarlo, yo estuve bastante tiempo soltera. Me agobiaba tener una relación seria y quería aprovechar mis últimos años de universidad conociéndome mejor a mi misma y conociendo a chicos sin ninguna atadura, porque no sabía lo que me depararía el futuro. Después encontré trabajo en una ciudad nueva y me mudé, y a los seis meses o así conocí al que es mi novio actualmente.
Mi novio es un chico fantástico. Es respetuoso, educado, cariñoso, buena persona y sincero. No sé cómo explicarlo, pero con él siento que todo es sencillo. No hay rayadas absurdas y jamás nos hemos faltado al respeto. Supongo que así deberían ser todas las relaciones, pero por desgracia no es así.
¿Entonces dónde está el problema? Pues que desde hace un tiempo estoy arruinando la relación por culpa de las inseguridades que me generaron las infidelidades de mi ex. Me estoy volviendo desconfiada y celosa. Me da miedo que en cualquier momento me pueda engañar, aunque jamás de los jamases me ha dado motivos para pensar eso.
Intento controlar todos estos celos porque sé que son responsabilidad mía, pero a veces estoy borde con mi pareja cuando hace planes a los que yo no voy. No puedo evitar montarme mis películas y no sé cómo poner freno a toda esta bola de nieve que está haciéndonos daño tanto a mi como a mi novio. Sólo sé que no quiero perderle porque me hace tremendamente feliz, y yo quiero ser la persona que él se merece.
Cómo superar del todo una infidelidad
Cuando terminamos una relación, lo ideal es pasar un tiempo a solas conociéndonos mejor. Si además esta relación ha sido tormentosa y con infidelidades de por medio, todavía más.
Este periodo de soltería no sólo es útil para conocer gente y pasarlo bien, sino que nos va a ayudar a curar heridas. El problema es que para ello debemos reflexionar activamente sobre nuestra antigua relación. Esto significa pararnos a pensar sobre nuestro pasado por mucho que nos duela. ¿Por qué la relación fue mal? ¿Qué errores cometí yo? ¿Qué errores cometió la otra persona? ¿Qué es lo que no estoy dispuesto a tolerar en otras relaciones? ¿Cómo me ha afectado psicológicamente lo sucedido?
Como veis, son muchas preguntas las que debemos responder para cerrar esa etapa de nuestra vida. Sin embargo, muchas personas meten a su ex en una caja, la cierran con un candado y tiran la llave al fondo del océano. En otras palabras, evitan pensar sobre su anterior relación porque lo pasan mal, y aunque a corto plazo se ahorran el disgusto, a largo plazo acaban arrastrando las secuelas psicológicas de un amor dañino.
Dedicar un tiempo a reflexionar y conocernos mejor es tan útil como necesario, pero no evita totalmente el riesgo de pasarlo un poco mal en la relación actual. A veces pueden resurgir sentimientos desagradables e incluso podemos proyectar los defectos de nuestro ex en nuestra pareja. En estos casos lo mejor que podemos hacer es ser sinceros.
Dile a tu novio o novia lo que está sucediendo y habla con claridad de tus sentimientos. Si te quiere, te entenderá y podrá darte el empujón que necesitas para dejar atrás tus inseguridades. Eso sí, la responsabilidad de mejorar tu autoestima es tuya, no de tu pareja. Él es un apoyo fundamental, pero el peso debe recaer sobre ti mismo.
Si crees que no eres capaz de gestionar toda esta situación por tu cuenta, pide ayuda profesional. Un psicólogo puede enseñarte a lidiar con estos sentimientos y pensamientos que estás experimentando, y poco a poco dejar de lado las conductas dañinas como los celos o los miedos al abandono.