La sexualidad es una faceta muy diversa de nuestra vida y cada persona puede disfrutarla de una forma completamente diferente e igualmente válida siempre y cuando haya libertad y consenso. Sin embargo, son muchas las mujeres que han vivido su sexualidad con vergüenza y miedo a lo largo de la historia.
Son muchas las mujeres que han crecido bajo una educación represora y sexista. Esto no solo ocurría en los hogares, sino también en el propio grupo de iguales: los chicos hablaban abiertamente de masturbación y pornografía, pero las adolescentes sentían una mezcla de vergüenza y rechazo cuando les preguntaban por estos temas. Quienes crecen bajo el yugo de estos prejuicios acaban asumiendo ciertos mitos falsos, como que los hombres tienen más apetito sexual o que deben llevar siempre la iniciativa.
Aunque estos prejuicios siguen presentes en algunos contextos, afortunadamente la manera en que las mujeres viven y disfrutan de su sexualidad ha evolucionado, tal y como comparte con nosotros Cecilia Joyce, socióloga y portavoz de JOYclub, la red social liberal de referencia en Europa.
Pregunta: ¿Cómo ha evolucionado la mujer en el terreno de experimentar su sexualidad durante los últimos años?
Respuesta: Hace no mucho, la sociedad imponía que la mujer viviera por y para los demás, salvo para ella misma. La entrega era constante y perenne, sin importar el día de la semana. Se ocupaba del 100% de las tareas del hogar, tuviera o no que cumplir con sus propias responsabilidades profesionales. Se encargaba del menú semanal y del cuidado de los niños si los había. La mujer era quien hacía todo porque su familia tuviera sus necesidades cubiertas. Pero… ¿qué pasaba con las suyas? Para ir un poco más allá… ¿Qué pasaba si a ella le apetecía calentar sus propios fogones y dar rienda suelta a sus fantasías? ¿Preocupaba a alguien este asunto?
Por suerte, durante los últimos años, el empoderamiento de la mujer (que sigue siendo un asunto pendiente en muchos aspectos de la sociedad) ha servido para dar visibilidad a los gustos, deseos y motivos por los que la mujer quiere vivir su sexualidad de una manera plena y en igualdad de condiciones a como lo han hecho los hombres durante siglos.
La mujer busca disfrutar de su sexualidad. Quiere que la satisfagan, y no para eso es obligatorio tener una pareja a su lado. Este 8 de marzo la mujer sigue reivindicando la búsqueda del placer por el mero hecho del disfrute y alejarse cada vez más de los cánones establecidos en otros tiempos. Pasarlo bien y disfrutar del sexo sola o en compañía de una pareja debe quedar totalmente normalizado.
¿Cuáles son los tabúes que han desaparecido en torno a la sexualidad femenina?
Sin duda, la búsqueda del placer femenino. Hace décadas era impensable verbalizar que una mujer también tiene necesidades sexuales, que quiere disfrutar del sexo y que guarda en su cajón de la mesilla de noche un juguete con el que disfrutar de su propio cuerpo teniendo o no una persona a su lado.
La masturbación femenina es otro de los tabúes que poco a poco se van extinguiendo en nuestra sociedad, algo que va muy de la mano con esas necesidades sexuales y biológicas que tienen el 100% de las mujeres. La autobúsqueda del placer es algo que siempre ha estado ahí, de hecho, es por norma general uno de los primeros contactos tenemos con el sexo, gracias a la autoexploración.
Algo que tampoco podemos pasar por alto es que el orgasmo no es el fin último del sexo. Se puede disfrutar ampliamente de una relación íntima sin la necesidad de alcanzar el clímax. Evidentemente aún queda mucho camino por recorrer, pero cada vez la mujer avanza más y más rápido en torno a este aspecto de la sexualidad.
¿Cuáles son las fantasías que más desean experimentar las mujeres?
Según un estudio llevado a cabo en España por JOYclub, el 30% de las encuestadas no tiene problema en acostarse con un desconocido y el 35% de ellas quiere hacer un trío. La evolución de la sexualidad femenina es más tangible que nunca. La mujer está a la cabeza de las relaciones íntimas y es, en parte, gracias a plataformas como JOYclub, la comunidad basada en la sexualidad liberal que no pone normas –más allá del respeto– cuando se trata de sumergirse en el placer. El sexo por diversión se ve cada vez más como una opción, no como algo prohibido o que solo se puede tener con una pareja para toda la vida.
¿A qué se debe la conocida como ‘brecha del orgasmo’?
La brecha del orgasmo alude a que es más frecuente que el hombre llegue al orgasmo a que lo haga una mujer durante las relaciones sexuales. Los encuentros heterosexuales han estado, durante demasiado tiempo, enfocados en el coito. A diferencia de la mayoría de los hombres, muchas mujeres no llegan al orgasmo solo mediante la penetración, sino gracias a la estimulación del clítoris, por lo que, si eso no se tiene en cuenta durante las relaciones sexuales, hay mucha más probabilidad de que llegue al orgasmo el hombre y la mujer se quede a medias.
Factores como la educación también explican la existencia de la brecha del orgasmo. Si recordamos la escena de 'Cuando Harry encontró a Sally' en la que Meg Ryan finge un orgasmo en un restaurante, es normal pensar que muchas mujeres, en vez de verbalizar lo que les gusta o les apetece que les hagan en la cama, finjan haber llegado al orgasmo por el simple hecho de satisfacer a sus parejas y hacerles pensar que “por ellas todo bien”. Pensar que esto es posible significa agravar aún más la brecha del orgasmo, por lo que hay que poner en valor una comunicación fluida con la pareja para tratar de poner fin a esta situación.
¿Cómo vivirá la mujer su sexualidad de aquí a 10 años?
Con una mayor libertad (esperemos que total) para expresar sus deseos, fantasías y carencias. La mujer desea divertirse y pasarlo bien cuando está con uno o varios hombres en la cama, por lo que también el hombre tiene tarea por delante. Esperemos que, dentro de 10 años, la igualdad sea mayor también en el plano sexual, gracias a una mejor educación y la ruptura de tabúes y prejuicios.