En 2003, Callie Rogers, con 16 años, ganó el primer premio de 2,1 millones de euros en la lotería de Reino Unido convirtiéndola en la ganadora más joven de la historia. Sin embargo, 18 años después, y tras haber derrochado toda esa fortuna en todo tipo de lujos, vive de las ayudas sociales.
Recientemente tuvo que comparecer ante un tribunal tras estrellar su Hyundai 4x4 en la cerca de un granjero en Crosby, Cumbria, y dar positivo por cocaína. Callie, que tiene cuatro hijos, huyó de la escena junto a su novio, Jason Fearon, antes de ser atrapados por la policia.
Rogers, de 33 años, tuvo que ser rociada con gas pimienta para ser reducida y se negó a a realizar la prueba del alcoholímetro, pero dio una lectura positiva de cocaína. Ha aceptado una condena de 11 semanas de movimientos restringidos durante la noche y una prohibición de conducir durante 22 meses. Además, ha sido multada con 230 euros por resistirse a la autoridad.
En esa vista transcendió que actualmente Rogers vive de las ayudas sociales. La precoz ganadora de la lotería ha reconocido que aquel premio le sumió en un ciclo de desesperación, con falsas amistades que buscaban su dinero y una larga serie de relaciones fallidas.
Según 'The Sun', Rogers gastó casi 2,3 millones de euros en ropa, fiestas, amigos, familia y acompañantes. En 2018, dos mujeres la agredieron durante una noche de fiesta dejándola golpeada y magullada. Sus atacantes fueron detenidas y condenadas a prisión después de dejar a Rogers inconsciente, con varias costillas rotas, dientes aplastados y un daño permanente en la vista.