La prevención y la preparación son claves para enfrentar cualquier eventualidad en la carretera.
La seguridad vial es una responsabilidad compartida por todos los conductores. Más allá de cumplir con las normativas de tráfico, es importante estar preparados para enfrentarse a todo tipo de situaciones imprevistas que podrían surgir durante un viaje.
De esta manera, que nuestro vehículo cuente con el equipamiento adecuado no solo nos permite circular con mayor seguridad, sino que también hace que el resto de usuarios de la vía estén más seguros. Te contamos cuáles son los elementos imprescindibles que, según la experiencia de profesionales de emergencias como los bomberos, no deben faltar en tu coche.
Los objetos imprescindibles en tu coche según un bombero
Triángulos de señalización y chaleco reflectante: En caso de avería o accidente, es fundamental señalizar la presencia del vehículo para evitar colisiones adicionales. Los triángulos de emergencia deben colocarse a una distancia adecuada para alertar a otros conductores. Además, el uso de un chaleco reflectante aumenta la visibilidad del conductor, especialmente en condiciones de baja luminosidad.
Extintor de incendios: Aunque no es obligatorio en muchos países, llevar un extintor en el coche puede ser clave a la hora de controlar incendios incipientes y prevenir daños mayores. Es importante asegurarse de que el extintor esté en buen estado y sea adecuado para fuegos de tipo A, B y C.
Botiquín de primeros auxilios: Un botiquín bien surtido permite atender lesiones menores y estabilizar a los heridos hasta la llegada de los servicios de emergencia. Debe incluir vendas, gasas, antisépticos, tijeras, guantes desechables y otros elementos básicos.
Herramientas básicas: Contar con un juego de herramientas básicas, como destornilladores, llaves inglesas y alicates, facilita que se puedan realizar todo tipo de reparaciones menores que eviten la inmovilización del vehículo.
Linterna y pilas de repuesto: Una linterna potente es esencial para iluminar áreas oscuras durante una avería nocturna o para señalizar la presencia del vehículo. Es recomendable llevar también pilas de repuesto o una linterna que sea recargable.
Cables de arranque: Las baterías pueden descargarse en el momento menos oportuno. Disponer de cables de arranque permite que podamos encender nuestro coche con la ayuda de otro conductor, evitando tener que esperar a que nos socorran los servicios de asistencia en carretera.
Rueda de repuesto o sustitutivo: Una rueda de repuesto en buen estado, junto con el gato y la llave de tuercas, es indispensable para reemplazar una llanta dañada y continuar el viaje sin contratiempos. Alternativamente podemos contar con kits de reparación de pinchazos, disponibles en tiendas de suministros.
Manta térmica: En caso de que nos quedemos en el coche con condiciones climáticas adversas, una manta térmica ayuda a mantener la temperatura corporal y prevenir la hipotermia mientras esperamos que la situación cambie.
Agua y alimentos no perecederos: Llevar agua potable y alimentos de larga duración, como barritas energéticas, es una costumbre de lo más útil en situaciones donde se tenga que esperar a la asistencia durante períodos prolongados de tiempo.
Cargador de móvil y batería externa: Mantener el teléfono móvil operativo es importante para poder comunicarse en situaciones de emergencia. Un cargador para el coche y una batería externa nos permiten tener una vida extra para este dispositivo, y que esté siempre disponible.
Cinta adhesiva y bridas: Estos elementos pueden ser de lo más útiles si toca realizar reparaciones temporales o asegurar partes sueltas del vehículo hasta llegar a un taller.
Guantes de trabajo: Unos guantes resistentes permiten proteger proteger las manos durante reparaciones, al poner cadenas para la nieve, o al manipular elementos calientes o sucios.
Raspador de hielo y líquido anticongelante: En zonas de clima frío, siempre viene bien tener un raspador con el que limpiar el hielo acumulado en el parabrisas. Por otra parte, el líquido anticongelante permite mantener el correcto funcionamiento del motor aún estando a bajas temperaturas.
Mapas y brújula: Aunque la tecnología GPS está generalizada y es de lo más habitual gracias a nuestros dispositivos móviles, llevar mapas físicos y una brújula puede ser útil en zonas con poca cobertura, si nos quedamos sin batería o en caso de fallo electrónico.
Equipar el vehículo con esta lista de elementos no solo permite que cumplamos con la normativa vigente, sino que también proporciona una buena dosis de tranquilidad y seguridad tanto al conductor, como a sus acompañantes. La prevención y la preparación son claves para enfrentar cualquier eventualidad en la carretera.