El Mar de los Sargazos, ubicado en el Atlántico Norte, es un mar peculiar, rodeado no por tierra, como todos los demás mares del planeta, sino por corrientes oceánicas. Es un cuerpo de agua flotante delimitado por el Giro del Atlántico Norte, compuesto por corrientes como la del Golfo, las Canarias y las Azores. Este fenómeno lo convierte en el único mar en el mundo sin una costa que lo limite físicamente, dándole una mística única en la geografía marina mundial.
El nombre del Mar de los Sargazos proviene de las algas Sargassum, que forman grandes parches flotantes en la superficie del agua. Estas algas no están ancladas al fondo marino, lo que convierte a esta región en un ecosistema móvil y rico en biodiversidad. El mar sirve de hogar temporal para muchas especies marinas durante sus etapas juveniles, como tortugas y peces, y actúa como un refugio natural para criaturas que dependen del sargazo para alimentarse y protegerse.
A pesar de la alta biodiversidad, su entorno presenta una paradoja: a pesar de ser un ecosistema único y productivo, se le describe como un "desierto biológico". Esto se debe a que sus aguas carecen de los nutrientes necesarios para contener grandes cantidades de plancton, la base de la cadena alimenticia marina. Sin embargo, las especies que logran adaptarse a estas condiciones conforman un hábitat único en el planeta.
El Mar de los Sargazos ha sido fuente de numerosas leyendas a lo largo de los siglos. Cristóbal Colón fue uno de los primeros en documentar los extensos parches de sargazo en sus viajes. Algunos marineros de la época temían que sus barcos quedaran atrapados en estas algas, una creencia que, aunque resulta exagerada, alimentó los mitos que rodean a este mar. Sin embargo, no es tanto las algas, sino las condiciones climáticas, como las zonas de calma ecuatorial, las que más contribuyeron a la idea de que el Mar de los Sargazos era un "cementerio de barcos".
Este mar está también asociado al famoso Triángulo de las Bermudas, una región vecina al suroeste que ha sido escenario de misteriosas desapariciones de barcos y aviones. Aunque el mar de los Sargazos no está directamente relacionado con estos sucesos, su cercanía ha ayudado a alimentar la leyenda y el aura enigmática de la región.
Una de las mayores preocupaciones medioambientales del Mar de los Sargazos es su creciente contaminación. Debido a las corrientes que lo rodean, el mar actúa como un "trampolín" para el plástico y otros residuos flotantes que, al quedar atrapados en el giro oceánico, forman el Parche de Basura del Atlántico Norte. Este problema ecológico representa una amenaza para la vida marina, ya que muchas especies confunden los fragmentos de plástico con alimento, lo que a la postre tiene un impacto devastador en su supervivencia.
Por otra parte, el Mar de los Sargazos también sufre los efectos del cambio climático. Estudios recientes indican que la temperatura y la acidez de sus aguas han alcanzado niveles sin precedentes, lo que podría alterar drásticamente el ecosistema y la biodiversidad que este mar sostiene. Este hecho no solo afecta al propio mar, sino que también podría tener consecuencias a escala global, ya que las corrientes que lo rodean juegan un papel crucial en la regulación del clima mundial.