¿Qué significan las tres equis del escudo de Ámsterdam?

Si alguna vez has visitado Ámsterdam y has paseado por sus emblemáticos canales o su Barrio Rojo, te habrás fijado en un elemento que se repite en muchísimos puntos de la ciudad.

En las calles, las plazas y hasta los bolardos que bloquean el tráfico a ciertas zonas aparece la misma imagen: la triple equis. Esta seña de identidad también es un elemento principal en su escudo de armas. Sobre un fondo rojo, tres equis verticales se hacen reconocibles para el que quiera averiguar su historia.

¿Qué significa exactamente este símbolo?

El significado de la triple equis del escudo de Ámsterdam

Las tres equis, denominadas "andreaskruisen" en neerlandés, son una referencia directa a San Andrés, uno de los doce apóstoles. Según la tradición cristiana, fue martirizado en una cruz en forma de X.

Conviene aclarar un malentendido habitual: estas famosas cruces que adornan edificios, banderas y hasta el mobiliario urbano no son un símbolo único de la ciudad. La equis también aparece en otras identidades visuales europeas, como la que forman las bandas blancas de la bandera Escocia. Lo que las hace especiales (e interesantes para el profano) son las teorías que las hermanan con la historia de Ámsterdam y profundizan en su leyenda.

El uso de las equis de San Andrés tiene sus raíces en el siglo XIII, cuando Ámsterdam aún no era la metrópoli saturada de turistas que es hoy. Hablamos de una discreta comunidad de pescadores asentada en los márgenes del río Amstel.  Algunos expertos e historiadores sostienen que, en realidad, la triple equis habla de las tres grandes amenazas que ha vivido la urbe a lo largo de su historia: el agua, el fuego y la peste.

Las inundaciones han sido una constante preocupación para los habitantes de los Países Bajos durante siglos, y Ámsterdam, ubicada a la orilla del río Amstel y muy cerca del Mar del Norte, no es una excepción. En 1505, todos los barcos las llevaban en la bandera que ondeaban al atracar y salir del puerto, como un indicativo de su origen pesquero.

El fuego es otro de esos peligros purificadores que ha marcado el pasado dramático de la ciudad. La lista de incendios que han arrasado su mapa no es precisamente pequeña, y en la época medieval, con una mayoría de casas y edificios de madera, el problema era de una escala considerable. En cuanto a la peste, Ámsterdam también cargó con su marca durante los siglos XIV y XV. Un mismo resultado: desolación y muerte.

Estas tres cruces que vemos por toda la ciudad no solo rinden homenaje al mártir, sino hablan de resistencia y superación al rodillo inmisericorde de la historia..

Incluso hay otra teoría, mucho más luminosa, que afirma que la triple X representa tres valores citados por la Reina Guillermina en uno de sus discursos, cuando se refirió a la ciudad como el lugar del valor, la determinación y la misericordia. Un orgullo para este antiguo pueblo de pescadores convertido en uno de los puntos turísticos más visitados de Europa.