Los pasajeros de un vuelo que realizaba el trayecto de Barcelona a Málaga tuvieron que ser desalojados parcialmente por un incidente que comenzó por los restos de galletas que había en el suelo de uno de los asientos de la aeronave.
Los pasajeros que tenían asignados dichos asientos, un hombre y una mujer, decidieron cambiarse a otra butaca que tenía un coste adicional ya que contaba con más espacio.
El vuelo, con la compañía Vueling, partía la noche del miércoles del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y debía aterrizar en Málaga cerca de la media noche. Con todos los pasajeros en sus asientos una mujer comenzó a protestar por la suciedad de la zona. Según cuenta MálagaHoy la azafata le pidió disculpas y le explicó que los restos se debía a la rapidez del vuelo entre uno y otro destino, invitándola a poner una reclamación por lo sucedido.
La mujer no quedó muy contenta con la respuesta ya que acto seguido se cambió de asiento a uno con coste adicional, tras la advertencia de la tripulación del vuelo la pasajera se negó a cambiarse.
Tanto la pasajera como el hombre que le acompañaban mostraron una actitud poco colaborativa por lo que el comandante tuvo que llamar a la Guardia Civil para que expulsaran a ambos del vuelo. Los agentes desalojaron las 10 filas primeras del avión, que es donde se encontraba esta pareja, y una vez fuera, las personas que estaban en esas 10 filas de la aeronave volvieron a sus asientos para que el vuelo pudiera despegar con 'normalidad', con una hora de retraso debido a los incidentes causados, como ha explicado la propia compañía a Informativos Telecinco.
Ambos pasajeros serán sancionados por el incidente cuando la aerolínea o el comandante presenten la denuncia.
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