Hay ocasiones en las que los trucos de limpieza resultan cuanto menos llamativos. Y el hecho de que mucha gente utilice calcetines para limpiar las persianas probablemente sea una de ellas. Por supuesto, la clave está en emplear para esta tarea los calcetines más viejos que tengamos, ya que el trabajo que van a llevar a cabo es bastante duro.
Pero ¿por qué los calcetines viejos se usan para este menester? ¿Qué tienen las persianas que inciten a las personas a limpiar con estas prendas de ropa? ¿Son útiles todos los calcetines o hay algunos mejores que otros?
¿Por qué usar calcetines viejos para limpiar persianas?
La respuesta más importante que podemos proporcionar es su adaptabilidad. Todo el mundo es consciente de lo complicado que puede resultar llegar a cada uno de los recovecos de la estructura de una persiana. Así que si se emplean como guantes improvisados, facilitará esa tarea al limpiador. Por lo tanto, a la hora de hablar de las razones de usar estas prendas de ropa, la primera de ellas es que su forma permite adaptarse a las diferentes lamas de las persianas, alcanzando rincones y recovecos donde una tela o un paño convencional no llegarían tan fácilmente.
En cuanto a otros motivos de usar calcetines viejos, podemos mencionar los siguientes:
Absorción. El algodón tiene una gran capacidad para absorber el polvo y la suciedad. Esto lo convierte en un material ideal para limpiar superficies como las persianas sin rayarlas. Por lo tanto, a la pregunta de si todos los calcetines son útiles, hay que dejar claro que los fabricados con materiales sintéticos no tienen la capacidad de limpieza que los de algodón.
Economía. Al reutilizar un objeto que ya no nos ponemos, sin duda resulta económico y ecológico, ya que le damos una segunda vida antes de reciclar la tela definitivamente.
Eficiencia. Finalmente, hay que mencionar que es un método eficiente para atrapar la suciedad de manera rápida y sencilla. De lo contrario, no tendría tanto éxito.
Una vez que conocemos las razones para usar un calcetín viejo a la hora de limpiar persianas, es el momento de ver el proceso que ha de llevarse a cabo.
Preparación del calcetín. Obviamente, el calcetín debe estar limpio y sin residuos –incluidos los de detergente o suavizante–.
Se humedece ligeramente el calcetín con un poco de agua o con una mezcla de agua y detergente suave en caso de que la suciedad sea mayor.
Se introduce la mano en el calcetín y se pasa por cada lama de la persiana, ejerciendo una ligera presión. Este proceso hay que repetirlo hasta que la persiana esté completamente limpia.
Cuando el calcetín se ha ensuciado de tal modo que no se puede seguir utilizando ni después de enjuagarlo, es el momento de cambiarlo por otro.
Los tipos de persianas
Otro aspecto que se debe tener presente es el tipo de persianas que se van a limpiar. En este sentido, conviene apuntar los siguientes factores:
Si las persianas son de madera, hay que evitar humedecer demasiado el calcetín para no dañar este material.
Para las persianas venecianas, se puede usar un calcetín para cada lado de la lama.
En el caso de las persianas de tipo enrollable, el calcetín puede ser menos práctico, y suele ser más recomendable optar por un paño de microfibra ligeramente húmedo.
En definitiva, el uso de un calcetín viejo para limpiar persianas es un truco casero sencillo, económico y eficaz que cualquiera puede poner en práctica.