Una postal llega a su destino en Swansea 121 años después y hoy todos se preguntan cuál es su historia
Creen que la postal data de 1903, está escrita por un tal Ewart y estaba enviada a una joven de Swansea
Ha llegado a una sucursal del banco Swansea Building Society que hoy se ubica en la calle donde debía vivir la destinaria
Han compartido la postal a través de las redes para intentar encontrar a alguien que pudiese estar “conectado con ella generaciones después”
Aunque la paquetería hoy está extendidísima en todo el mundo, lo que nadie esperaba imaginar en una sucursal del banco Swansea Building Society, en Gales, era recibir una postal de hace nada más y nada menos que 121 años, porque se cree que data de 1903, lo que ha dejado a más de uno atónito.
Tras llegar a su destino, Swansea, más de un siglo después, hoy todos se preguntan qué historia está detrás de esa misiva, más allá de la incógnita de por qué ha aparecido ahora.
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En la postal está impresa una obra de Edwin Henry Landseer, pintor de animales inglés del siglo XIX, titulada ‘El desafío’, y en ella se puede apreciar un ciervo bajo la noche y sus estrellas, en un paraje nevado y con las montañas blancas en el horizonte, así como una especie de lago a su lado.
Al parecer, se cree que la destinataria de la misma era Lydia Davies, una joven que vivía en la calle Cradock Street, –donde se ubica hoy la sucursal de Swansea Building Society–, y que tendría entonces unos 16 años.
Su remitente tan solo firmaba como Ewart y hoy, 121 años después, su postal es todo un misterio que desde Swansea Building Society han querido compartir con un objetivo: intentar encontrar a los familiares de la destinaria, ya que a ella nunca pudo llegarle.
La postal, enviada hace 121 años, compartida en las redes en busca de alguien vinculado a ella
Con ese propósito, la postal, que tiene motivos navideños, ha surcado también la inmensidad de las redes sociales, donde los usuarios no dejan de lanzar hipótesis al respecto y han descifrado parte del mensaje.
Escrito en ella, Ewart se dirige a ‘L’ diciéndole que “lamenta mucho” no poder recoger un “par” de algo que no llega a especificar.
"Lo siento mucho, pero espero que estéis disfrutando en casa", escribe, contando que tiene unos 10 chelines “en dinero de bolsillo, sin contar el billete de tren”. “Así que me va bien”, añade, concluyendo su mensaje animando a Lydia a “conocer a Gilbert y John”, y firmando “amor para todos” en la parte de arriba de la postal al haberse quedado sin espacio en la parte de abajo.
Enviada a la citada calle sin especificar número y a la localidad galesa de Swansea, es esa toda la información que contiene.
Según Henry Darby, director de marketing y comunicaciones de Swansea Building Society, el personal de la sucursal “no tenía idea de cómo terminó allí”.
“Nadie se ha atrevido a decir: ‘Sí, lo encontré en una tienda de antigüedades’ o ‘Lo encontré en un libro’, ‘Lo encontré en una tienda de beneficencia y lo tiré al buzón’”. “Ese es el único elemento espeluznante, del que todavía no estamos seguros de cómo llegó a estar aquí, en el número 11 de Cradock Street”, cuenta, en declaraciones recogidas por el medio británico The Guardian.
Por esa razón, pensaron en publicarlo en las redes sociales para ver si “alguien a nivel local” pudiese estar “conectado con ella algunas generaciones después”.
Según Andrew Dully, de West Glamorgan Archives, John F. Davies era el cabeza de familia en la dirección donde vivía con su esposa, María, y sus seis hijos. "La mayor de ellas era Lydia. Tenía 16 años cuando se envió esta postal".
Ahora, en medio del misterio, buscan un dueño o dueña legítimo, vinculado a Lidya.
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