Todos los turistas que hayan decidido pasar sus vacaciones en Málaga deberían tener esta información. En la carretera A-369, que va desde Ronda, la tercera ciudad medieval más visitada de España, a Algeciras, ocurre algo que la ciencia todavía no ha sabido explicar. Concretamente, en el kilómetro 5 de dicha vía, se da un fenómeno gravitacional que desafía todas las leyes conocidas de la física: cuando los coches se encuentran circulando cuesta arriba, ganan velocidad y, cuando lo hacen cuesta abajo, se frenan.

Es algo muy fácil de comprobar, pues el cuentakilómetros deja constancia de esa variación de la velocidad. Los vecinos de la zona llevan más de 30 años intentando buscar una explicación a una anomalía que experimentan cada vez que pasan por este misterioso tramo de carretera. Algunos de ellos han explicado en las redes sociales cómo, cuando eran jóvenes, llevaban a sus novias al kilómetro 5 para hacer un experimento (que no se recomienda llevar a cabo sin la supervisión de la Guardia Civil):

"Cuando hicieron la carretera, me dijeron que los coches andaban solos en una zona concreta. Una vez fui con mi novia a comprobarlo y puse el coche en punto muerto. Él solo anduvo 30 o 40 metros. Lo dejabas parado y el coche subía. Todavía lo sube", afirma uno de los habitantes locales de avanzada edad. Su testimonio es por, tanto, la constatación de la existencia de un micro tramo de lo que podemos llamar 'el mundo al revés' pues, según la fuerza de la gravedad, que atrae a los objetos hacia el centro de la Tierra, estos caen siempre hacia abajo y no hacia arriba.

Cuando el 'imán' del núcleo terrestre desaparece, como en el caso de los viajes al espacio, la gravedad también cambia sus parámetros radicalmente. Por eso, los astronautas flotan, porque han perdido el magnetismo que les mantenía, literalmente, con los pies en la suelo. Sin embargo, el núcleo terrestre sigue siendo efectivo en Ronda, indudablemente.

Los vecinos de Ronda no son los únicos que, entonces, se preguntan cómo es esto posible, también lo hacen los científicos, que todavía no han dado con la respuesta de lo que parece una potente fuerza magnética. Aunque la de Ronda es muy conocida, existe también otro caso similar reportado en España: la cuesta de Coso de Sanabria, donde los coches tienen el mismo extraño comportamiento y los ciclistas pueden dejar de dar pedales cuando van en ascenso.

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