El café con hielo perfecto: ¿cómo debemos prepararlo para que no quede aguado?

  • La llegada del buen tiempo son el momento ideal para disfrutar de algo tan típico de España como es un buen café con hielo

  • El hielo del café debe ser transparente, insípido y además compacto con el objetivo de enfriar y mantener fría la bebida

  • ¿Por qué no se deben cascar huevos en la encimera?

Tras una comida con amigos llega la hora de la sobremesa, y con ella, la hora de pedir el café. De entre los miles de variedades de café, en verano se estila cada vez más el café con hielo. 

El café con hielo es sin duda uno de los placeres de la vida, toda una experiencia refrescante y revitalizante. Una receta que combina la intensidad del café con la frescura del hielo y el toque dulce del azúcar que transporta al que la bebe en un momento lleno de placer. 

Según un estudio realizado por Nespresso con motivo del lanzamiento de sus nuevas cápsulas especiales para café con hielo (Ispirazione Salentina e Ispirazione Shakerato), desvelaron algunas de las manías de los españoles a la hora de tomar un café con hielo, la mayoría (47,6%) apuesta por los dos cubitos, pero por ejemplo en Murcia triunfa mucho más la opción de un solo hielo (51%), mientras que los navarros son más de echarle tres cubitos. 

Pero más allá de este tema que daría para hablar otra vez de las dos o las tres Españas según el hielo del café, disfrutar de un buen café con hielo puede ser tarea ardua difícil. Cualquier amante del café ha pasado por el duro trance de sentarse en una cafetería, pedir un café con hielo y que el camarero eche el café recién hecho directamente sobre los hielos… todo un sacrilegio. 

Honorio García, experto barista de Trike Koffee Roasters de Vitoria-Gasteiz, respondía hace poco en EITB a la difícil pregunta que se hacen muchos en verano. ¿Cómo tiene que ser el hielo para que el café con hielo esté frío y no quede aguado? “El hielo es algo que no solo sirve para enfriar la copa o café, sirve para fijar ingredientes e intensificar su sabor. Por eso es tan importante el hielo, este debe ser transparente, insípido y además compacto.  Algo que no ayuda a que el hielo no se diluya rápidamente, haciendo que se mantenga la complejidad aromática del café. Por tanto, la cantidad de hielo tiene que estar ligada a la cantidad de café y su temperatura. La cuestión es trata de enfriar rápidamente nuestra bebida de café y mantenerla fría por más tiempo” aseguraba el experto en Eitb.

¿Cómo preparar el mejor café con hielo?

  • Prepara un café denso. Una de las soluciones más lógicas para evitar que el café con hielo termine aguado es preparar uno mucho más concentrado que si lo tomáramos sin hielo. Para ellos se puede o bien aumentar la cantidad de café o disminuir el volumen del agua.
  • La clave está en el hielo. Además, tener en cuenta lo que decíamos anteriormente que el hielo debe ser transparente, insípido y además compacto, podemos preparar con anterioridad cubitos de hielo de café para evitar que se agua. “Los hielos de café permiten elaborar otras bebidas también muy refrescantes, y son perfectos para los amantes del café con leche. Verter la leche o bebida vegetal fría en una copa llena de estos cubitos crea, además, un efecto visual muy llamativo”, aseguran desde Directo al Paladar. 
  • Enfriar un poco el vaso con antelación. Una opción es tener unos vasos en congelador listos para cualquier ocasión. Si no somos tan previsores también se puede enfriar un poco el vaso antes de servir el café. Para hacerlo, podemos echar un par de hielos en el recipiente y moverlos un poquito hasta que empiecen a derretirse y a soltar el agua. Después, tiraremos estos cubitos y usaremos unos nuevos para enfriar nuestro café.
  • Café Cold Brew. El cold brew es una infusión que se prepara en frío y que nunca se calienta. Aunque la técnica es muy sencilla, lleva un poco más de tiempo el preparado. De hecho, el proceso puede durar entre 8 y 24 horas. Lo único que tenemos que hacer es machacar un poco unos 250 gr de café en grano y mezclarlo con 1 litro de agua del tiempo. Hay que dejarlo reposar un máximo de 24 horas a temperatura ambiente o en la nevera. Y, por último, lo único que queda es filtrarlo.