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Fito Cabrales, músico y líder de los Fitipaldis, cantaba en una canción de su anterior grupo, Platero y Tú, aquello de que "siempre el cliente no tiene la razón". La canción, 'Tras la barra', estaba dedicada a los camareros, profesión que él mismo ejerció antes de triunfar con la música.
Esa frase está muy vigente en la actualidad y, gracias a perfiles de redes sociales como @soycamarero, la ciudadanía puede conocer las situaciones surrealistas que a veces tienen que soportar los profesionales de la hostelería de manos de los clientes.
Es el caso reciente un hombre que compartió en una reseña su experiencia un pub irlandés de Madrid. "Un robo a mano armada. Me cobraron por dos tercios de Amstel sin alcohol 8 euros (4 euros la unidad)", dice la queja. Además, añade que "las bebidas tardaron mucho en llegar y los aperitivos eran de escasa calidad".
La reseña continúa: "Nos echaron a toda prisa, ya que nuestra mesa estaba reservada, habiendo mesas suficientes en el local". El texto concluye con una declaración de intenciones: "No vuelvo a ir".
Pero la cosa no quedó ahí. El propietario del local decidió responder al comentario. ¡Hola Joaquín! Muchas gracias por tu comentario". "De momento no usamos pistolas para atender a los clientes", prosigue.
"Siento mucho que no seas capaz de leer los precios en la carta […] ni de decidir si te quieres sentar en la mesa de un local aceptando sus normas y sus precios", agrega el hostelero.
Finalmente, el dueño del local concluye con ironía: "Tienes razón, llevamos desde 2005 intentando echar a los clientes, cuanto más deprisa mejor, pero todavía no lo hemos conseguido".
En redes, son muchos los que han aplaudido la respuesta del hostelero y han criticado los comentarios del cliente.
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