¿Por qué las muelas del juicio se llaman así?
En torno al 25% de la población los que por lo menos carecen de una de las cuatro muelas del juicio
Su nombre hace alusión a la edad en la que estas muelas suelen aparecer, generalmente entre los 16 y 25 años
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Las muelas del juicio, esos enigmáticos terceros molares que emergen en nuestra edad adulta, han sido objeto de curiosidad y a veces de molestias. Aparecen a partir de una edad muy concreta, y tardan unos tres meses en salir completamente, siendo habitual que produzcan dolor y molestias. Sin embargo, ni siempre resultan molestas al aparecer, ni tampoco todo el mundo las tiene, ya que se estima en torno al 25% de la población los que carecen por lo menos de una de las cuatro muelas del juicio.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué reciben ese peculiar nombre? En este exploraremos el origen y el significado detrás de la denominación de las muelas del juicio, explorando tanto aspectos culturales, como históricos y lingüísticos.
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Orígenes del nombre de las “muelas del juicio”
La denominación "muelas del juicio" proviene del latín "dens sapientiae", que se traduce como "diente de sabiduría". Este nombre hace alusión a la edad en la que estas muelas suelen aparecer, generalmente entre los 16 y 25 años -aunque pueda variar mucho en determinados casos-, un periodo en el que se asume que las personas han adquirido mayor madurez y juicio.
En cuanto a la terminología médica, estas muelas también se conocen como "cordales", un término que de la misma forma hace referencia a la cordura, reforzando la idea de que su aparición coincide con una etapa de mayor sensatez y discernimiento en los individuos.
Significado culturales y lingüísticos
La asociación de estas muelas con la sabiduría y la madurez se refleja en varios idiomas. En francés se les llama "dent de sagesse" (diente de sabiduría), en inglés "wisdom tooth" (diente del juicio), en árabe "ders-al-a’qel" (muela de la mente) y en chino "Zhi Ya" (diente de sabiduría).
En algunas culturas, los nombres dados a estas muelas reflejan perspectivas más diversas. Por ejemplo, en coreano se les llama "sa-rang-nee" (diente del amor), en japonés "oyashirazu" (desconocido para los padres), y en tailandés "fan-jut" (diente apretujado).
Función de las “muelas del juicio”
En la actualidad estas piezas dentales no tienen una función específica distinta al resto de molares, por lo que sirven para masticar y triturar los alimentos que comemos. Antiguamente, eso sí, eran mucho más útiles, al permitir deglutir la comida, en tiempos en que la alimentación incluía habitualmente carnes crudas y alimentos mucho más duros que en la actualidad.
La evolución humana ha hecho que la mandíbula haya encogido, lo que hace que en ocasiones no haya espacio suficiente para que estas piezas dentales crezcan correctamente, lo que acaba provocando dolores y desplazamiento de otros dientes en muchos casos. En estos casos la mejor solución es la extracción de las muelas del juicio que produzcan molestias, operación que no produce posteriores perjuicios para nuestra mordida o mantenimiento bucal.
Lejos de ser meros componentes tardíos de nuestra dentadura, las muelas del juicio encierran un significado cultural y lingüístico profundo. Su nombre, arraigado en la idea de sabiduría y madurez, refleja una etapa de transición en la vida humana, marcando el umbral entre la juventud y la adultez. Ya sea en términos médicos, culturales o psicológicos, las muelas del juicio son un fascinante recordatorio de nuestro desarrollo y crecimiento como individuos.