Helena es una tiktoker experta en abrir debates en las redes sociales. Su cuenta de TikTok visibiliza cómo es la vida de una madre con tres hijos, que se dedica plenamente a todas las labores, dentro y fuera del hogar, que una familia conlleva. El otro día, en las múltiples conversaciones que tiene con ellos, le sorprendió "la idea que su hijo de 9 años tiene de la homosexualidad" y así lo contó en un vídeo de su perfil:
"Mi hijo tiene la idea preconcebida de que ser gay está mal y eso no lo ha aprendido en mi casa. El otro día, estábamos hablando en el coche sobre la sexualidad de cada uno y me dijo que no querría que le gustasen los chicos, porque entonces, sería gay. Yo le dije que no pasa nada, que al que le gustan las chicas, pues es heterosexual, ¿y qué? Y él me contestó que al que le gustan las chicos le señalan con el dedo y los heterosexuales, no".
A Helena le pareció incomprensible que, "en pleno siglo XXI", los "niños sigan poniendo etiquetas" de ese tipo. En realidad, le pareció mal que se sigan haciendo juicios como "la bajita", "el gordo", "la fea" y también "el gay" o "la lesbiana" y por eso cree que la lucha por la igualdad social debe ser visible en todas las plataformas. Lo que no esperaba es que estas palabras fueran a generar un sin fin de comentarios en el filtrado de su TikTok, entre los que ha destacado uno y le ha dado una contundente respuesta.
Una usuaria le preguntaba, a raíz de la normalización de la sexualidad que le mostró a su hijo, si "no le educaba en el cristianismo" y si su familia "iba a la deriva". Sin pensarlo dos veces, Helena contestó: "Pues sí, mira, yo creo en Dios, pero también en el aborto, en la reafirmación de género, en el divorcio, en los matrimonios del mismo sexo y en las relaciones poliamorosas", zanjando el debate de un sólo plumazo. Afortunadamente, fueron más numerosos los comentarios positivos que los negativos con respecto a su publicación.