El 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta, una celebración que comenzó en Roma en 1995. El objetivo de este evento es promover uno de los alimentos más consumidos por sus propiedades nutritivas. La idea surgió de 40 productores internacionales que se unieron para reconocer este producto tan versátil; ya que puede cocinarse en sopas, guisos y ensaladas. Aunque existen bulos y mitos alrededor de ella.
Evitar comer pasta por la noche o introducir la pasta integral en nuestras dietas saludables -que equivalen a realizar 4.000 pasos diarios- son gestos que hemos introducido en nuestra rutina porque “siempre lo hemos escuchado”. Pero, ¿son ciertos estos rumores o son simplemente mitos?
Siempre hemos escuchado que los hidratos de carbono -como la pasta, el pan o las patatas- se deben evitar por las noches para no engordar. El argumento que acompaña a esta teoría es que si ingerimos este tipo de productos antes de dormir, hay menos probabilidades de quemarlos y se convierten en grasa en nuestro cuerpo. Pero lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica que lo avale.
El factor clave que debemos tener en cuenta es qué tipo de carbohidratos consumimos, no a la hora que lo hacemos. El mejor consejo para mantener una buena alimentación es fijarse en el porcentaje de azúcares libres que tiene frente a los azúcares intrínsecos. El primero, es el que encontramos en el zumo y en alimentos procesados. El segundo, el que está en la fruta entera y la leche. Si lo que queremos es adelgazar, hay que evitar la ingesta de alimentos ultraprocesados y vigilar los azúcares libres, un tema que sí está respaldado por la ciencia.
Según Maldita.es, la diferencia entre la pasta de legumbres o de cereales se encuentra en la materia prima molida con la que se elabora. Es decir, la harina. Para hacer la pasta de legumbres se utiliza la harina de lentejas, de garbanzos, de soja, alubias o guisantes. De ahí que sea más saludable que la de cereales, ya que está hecha a partir del trigo.
Entre los beneficios que se obtienen de la pasta de legumbres hallamos el alto contenido en proteínas, la baja cantidad de grasa y la riqueza que tiene en fibra. Además, tiene menos hidratos de carbono y no contiene gluten, lo que hace que sea apta para personas celíacas.
Comer ‘pasta a la rueda’ se ha convertido en una opción común en los restaurantes. Un plato que consiste en servir el producto en el interior de un queso. Una vez presentado delante del cliente, la pasta se embadurna de queso derretido. El riesgo de esta receta no es tanto la comida sino su manipulación.
Con el objetivo de compartir entre varios comensales, el riesgo se encuentra en la mala higiene que puedan haber llevado antes y durante la preparación del plato. Por lo que no supone una receta que no sea segura comer si se elabora cumpliendo las normas de seguridad durante su elaboración.