El conocido hipopótamo Raff de Valencia ha muerto a los 40 años en Bioparc, tras ser sometido a una eutanasia. El animal tenía incurables problemas de salud y la avanzada edad para su especie han motivado que el equipo médico decidiera esta alternativa para evitar los dolores que sufría.
Los especialistas le detectaron a Raff, que vivía desde hacía15 años en el parque, una afección en los riñones, sumada a los graves, dolorosos e irreversibles problemas en las articulaciones de las patas.
Para todo el personal es una triste pérdida y solo queda la satisfacción de haberle ofrecido los mejores cuidados, así como mantener el mismo compromiso con su compañera Rigas y su hijo Gori, expresa el parque de naturaleza en un comunicado.
Los especialistas han realizado a Raff un exhaustivo reconocimiento veterinario después de varios años de tratamiento y medicación ante los evidentes trastornos en sus patas y la dificultad en sus movimientos y desplazamientos que le provocaban intenso dolor.
Para la exploración médica se anestesió al hipopótamo, y los profesionales de Bioparc, junto con especialistas en veterinaria del zoo de Basilea (Suiza) y de las Universidades de Viena (Austria) y del CEU Cardenal Herrera de Valencia realizaron todas las pruebas y exploraciones necesarias para el diagnóstico.
Las analíticas y radiografías fueron rotundas y confirmaron el diagnóstico de artrosis irreversible y sin posibilidad de tratamiento, así como una afección en los riñones, por lo que la prioridad fue evitar un sufrimiento inútil por más tiempo.
Desde el parque quieren compartir esta gran pérdida con todas las personas que durante tantos años han mostrado su cariño y admiración hacia Raff. Ahora, en la cueva de Kitum, donde se recrean los grandes lagos y humedales africanos, se puede contemplar a la hembra Rigas y a Gori, el último de los más de diez hijos de Raff.
Bioparc participa en el programa internacional para la conservación del hipopótamo (Hippopotamus amphibius), especie catalogada como vulnerable a la extinción en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La descendencia de Raff continúa esta labor en varios parques de animales europeos.