Un preso de la cárcel de Álava pide un "vis a vis" con su perro y el juez lo autoriza
El preso del Centro Penitenciario de Martutene, en Guipúzcoa, podrá despedirse de su mascota antes de ser sacrificada
Un juez de Bilbao autoriza a un recluso a un vis a vis con su perro para despedirse del animal que iba a ser sacrificado
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El perro es el mejor amigo del hombre. Al menos llevabamos miles de años diciéndolo y nuestros canes demostrándolo. Esta historia lo confirma: un preso de la cárcel de Álava tendrá un "vis a vis" con su perro, después de que un juez autorizara al delincuente condenado para pudiera ver a su mascota antes de que sea sacrificada.
El preso del centro Centro Penitenciario de Martutene, en San Sebastián al conocer las condiciones de salud de su perro solicitó a un juez de Bilbao mantener un último "vis a vis" con su amigo de cuatro patas. El juez lo ha autorizado aunque antes el recluso tendrá que aportar un informe veterinario que certifique que el perro va a ser sacrificado, según han precisado fuentes del Departamento vasco de Justicia.
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El perro, además tendrá que encontrarse con su dueño en la prisión, acompañado de un familiar del preso, al que también se le haya concedido la petición del vis a vis.
El animal tendrá que llevar puesto un bozal y una correa; en caso de que el perro ensucie de cualquier manera el suelo de la prisión será su dueño el responsable de su limpieza.
La prisión de Martutene rechazó el vis a vis del preso con su perro
El preso solicitó el vis a vis con su perro, a principios del verano, pero la dirección de la prisión de Martutene donde permanece cumpliendo su condena rechazó la petición al entender que la normativa penitenciaria no permite contactos en la cárcel con animales de compañía.
El titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 del País Vasco, con sede en Bilbao, sin embargo, ha autorizado la visita del perro a su dueño el pasado mes de agosto, aunque una autoridad veterinaria tendrá que justificar que el perro está a punto de ser sacrificado por su mal estado de salud.
El recluso se encuentra ahora en el Centro Penitenciario de Álava y cuando aporte ese certificado veterinario que confirme la necesidad de sacrificar al animal podrá mantener un encuentro con su dueño en la cárcel de Iruña de Oca.