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El cambio de sábanas es una de las preguntas que siempre nos hacemos por si lo estamos haciendo bien o en cambio deberíamos cambiar los hábitos.
Tanto si se comparte cama con otra persona, con animales o si se duerme solo el cambio de sábanas debe hacerse como mínimo una vez a la semana, así lo aseguran los microbiólogos que señalan esta la forma más saludable de dormir.
Aquellas personas que tengas sus sábanas sin cambiar durante más tiempo deberían saber que su salud se puede ver comprometida ya que las sábanas pueden ser un caldo de cultivo para gérmenes, bacterias y hongos ya que son lugares que se mantienen calientes y húmedos.
Además, avisaba el experto, se pueden llegar, incluso, a desarrollar alergias después de que nuestra boca y nariz se puedan llegar a encontrar con estos microbios.
La cama puede albergar hasta 1,5 millones de bacterias entre las que dormimos diariamente.
La peor parte se encuentra en la funda de almohada, ya que en esa zona se queda la saliva, el sudor, el cabello, el maquillaje y otras células muertas que son caldo de cultivo para las bacterias.
Además de las sábanas las toallas pueden ser un foco de virus y bacterias, otros textiles que usamos a diario en casa se ensucian y pueden afectar a nuestra salud también son las cortinas. Acumulan polvo y están en contacto con los microorganismos que vuelan por la casa y el exterior, por lo que es recomendable hacerles una limpieza profunda al menos dos veces al año.
Los trapos de cocina también son de los más expuestos a microorganismos porque entran en contacto con alimentos crudos. Por ellos, deben lavarse después de cada uso con una solución desinfectante, además de meterlos en la lavadora una vez a la semana.