Cuando uno sale de casa para ir a un restaurante, espera pasar un buen rato en un lugar que esté limpio, que tenga buena presencia y en el que reine el buen ambiente, además de disfrutar de la comida. Sin embargo, a veces dicha experiencia no resulta satisfactoria y los clientes utilizan las reseñas para denunciarlo y advertir al resto de los futuros comensales.
Ello ha dado pie a que cada vez sean más frecuentes las respuestas de los hosteleros, que se hacen virales en las redes sociales tras no aceptar de buen agrado las críticas. Es lo que le ha ocurrido al dueño del asador Luis Kabalo, en la localidad pontevedresa de O grove. Usuarios de Twitter como Soy Camarero y Kilgore se han hecho eco y han dado a conocer las brutales contestaciones dadas por el propietario del local. Por otra parte, una camarera ha denunciado los requisitos sexistas de una oferta de trabajo.
Uno de los comensales explicó que fue al restaurante porque otras personas se lo habían recomendado. Sin embargo, tuvo un mal servicio y quedó "muy decepcionado". "Me pedí un churrasco poco hecho y era como un demonio de Tasmania pero sin gracia, y olía fatal", señaló, añadiendo que "el dueño me ofreció farlopa a cambio de una reseña positiva pero era de la misma calidad que su churrasco. Si por lo menos fuera pura...".
La respuesta del propietario se ha hecho viral por sus malas formas: "El dueño soy yo y no estuve allí, la farlopa es lo que tomaba tu madre cuando estabas en su barriga, así saliste de tonto y de drogadicto".
Otro cliente calificó de "desastre" su experiencia en el establecimiento gallego y detalló que "reservas mesa para cenar, llegas a tu hora y no te sientan. Media hora después te sientan. No te atienden... otra media hora después nos toman nota. Pasan otros 30 ó 40 minutos y cuando reclamas te dicen que si tienes algún problema que te vayas a otro sitio, cuando saben que ya no van a servirte en ningún lado. En cualquier caso nos fuimos. El restaurante de al lado mucho mejor".
La contestación del hostelero fue tan escueta como desafortunada: "Chupa gaitas, dónde fue eso? Aquí no, lamefístulas".
"Tienen cámaras de grabación de las cuales no se avisa en ningún lugar del local (ilegalidad total), nos querían cobrar cosas que no habíamos consumido y fueron a comprobarlo en las cámaras", dice otro usuario.
"Vergüenza tu cara, las cámaras son para ver cuándo se quieren ir sin pagar (o cuando dicen que tal cosa no llegó a la mesa y se comprueba que sí), dimitió un camarero solo y esa fue la causa de que no te llegara la comida, LISTO", replica el dueño.
Otro cliente se queja en su reseña de que "las zamburiñas son una timada" porque "vienen 5 en el plato y cuestan 16 euros". A lo que el propietario del asador responde: "Si no tienes dinero quédate en casa, por qué no dices que nunca viste unas zamburiñas de ese tamaño, 10 pesan un kilo, lo demás no opino porque mis empleados están contentos de trabajar aquí, aguantar gentuza como vosotros es lo que les cansa".
Los internautas, por supuesto, no tardaron en reaccionar. "Hay que traer a don Luis a Twitter", "Terrible y desagradable todo: reseña y respuesta", "Es una tomadura de pelo por ambas partes", "Conozco al dueño del local desde hace años y no sabía que tenía un asador", "También hay mucho extrabajador cabreado que suele poner alguna perlita de estas" o "Acabo de leer las respuestas que da a las reseñas negativas y me he echado unas buenas risas" fueron algunos de los comentarios.