Un restaurante de Pensilvania, en Estados Unidos, ha llevado a juicio a un cliente que dejó una desorbitada propina, la cual ha supuesto todo un calvario para el establecimiento. Hace algunos meses, Eric Smith entregó unos 3.000 euros en Alfredo’s Pizza, en la ciudad de Scranton, por un consumo de tan solo 13 euros que se había gastado en un plato de pasta. Por otra parte, una curiosa propina dejada a un camarero en Tenerife generó debate en Internet.
La primera impresión de los trabajadores fue de asombro y emoción, sobre todo para la camarera que recibió el dinero, Mariana Lambert. El caso llegó a la televisión local, que dio a conocer que Smith dejó la propina como parte de un movimiento nacido en redes sociales llamado 'propinas para Jesús'. "Realmente significó mucho para mí porque todos estamos pasando por muchas cosas. Realmente tocó mi corazón. Todavía no puedo creerlo. Aún estoy en estado de shock", declaró en aquel momento Lambert. La historia, por supuesto, se hizo viral.
La situación se complicó para el local cuando, unas semanas después, Smith intentó recuperar el dinero.
Según el medio Newsweek, el cliente acudió al banco para reclamar el cargo realizado en su tarjeta de crédito. Así lo explicó Leslie Minicozzi Galacci, una de las propietarias del negocio.
"Recibimos un aviso 45 días después de que cenó en nuestro establecimiento", declaró Galacci, añadiendo que "ya le habíamos pagado a Mari los 3.000 euros con un cheque de la compañía, por lo que actualmente nosotros, como propietarios, sufrimos la pérdida".
Con la esperanza de que hubiera un error, el gerente Zachary Jacobson se comunicó con Smith. Finalmente, la cantidad económica de la propina no pudo ser procesada y el restaurante se vio obligado a presentar cargos ante la magistrada Joanne Price Corbett en el condado de Lackawanna.
"Pensamos que alguien en realidad estaba tratando de hacer algo bueno. Y ahora estamos, ¿qué, tres meses después? Ni siquiera, y no hay nada. No hay nada que demostrar en este momento", indicó Jacobson a WNEP-TV.