La reciente separación de Isabel Preysler de Mario Vargas Llosa ha puesto en el foco mediático a la eterna "reina de corazones". Hace unos días recordábamos el pasado amoroso de la socialité hispano-filipina de 71 años, desde su llegada a España a finales de los 60, y el misterio en torno a su belleza y carisma que enamoró al cantante Julio Iglesias, el aristócrata Carlos Falcó, el ministro de Economía y Hacienda en el gobierno de Felipe González, Miguel Boyer, o al último, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Isabel Preysler, que el próximo 18 de febrero cumplirá 72 años, sigue siendo considerada una de las mujeres más bellas y elegantes de nuestro país. Un admirado físico que consigue con una dieta equilibrada y todo tipo de tratamientos estéticos, como el “détox” (ayuno terapéutico) que realiza cada verano en la clínica Buchinger de Marbella, pero también, gracias al bisturí.
Carmen Lomana reabrió este fin de semana el debate sobre los retoques estéticos de Isabel Preysler, al cargar contra ella en el programa Fiesta (Telecinco). “Han dicho que tiene una corte de señores detrás esperando. Yo solo he dicho que ya no es lo que era. ¡Qué pena y qué mal operada está! Hay gente que está maravillosamente bien operada y otra que no", dijo la colaboradora. "Se ha destrozado la nariz y la cara. Vosotros sois muy cínicos, pero pensáis lo mismo", dijo Lomana sobre el tan comentado cambio físico de Isabel Preysler en los últimos 50 años.
Basta comparar las imágenes de Isabel Preysler con 20 años, durante su noviazgo y boda con Julio Iglesias, con las actuales de 2022, para ver los cambios que ha experimentado su rostro, no solo achacables al paso de los años. Entonces llamaba la atención el enorme parecido físico que tenía con su hija Tamara, y con su madre, Beatriz Arrastia y Reinares (Betty Arrastia), fallecida en agosto de 2021 a los 98 años de edad.
Aunque la celebrity (170 cm de estatura, 54 kg de peso y medidas de 84-63-89 cm) cuenta con una genética envidiable, si no fuera por este tipo de retoques, su rostro sería muy diferente al que luce en la actualidad, donde consigue aparentar hasta 15 años menos.
Bajo estas líneas, seis imágenes de Isabel Preysler, de los años 1979, 1999, 2002, 2012, 2020 y 2022:
La cara de Isabel Preysler lleva años siendo objeto de análisis por parte de todo tipo de cirujanos estéticos. El programa Viva la vida (Telecinco) desgranó hace un año todas las operaciones que se habría hecho, con ayuda del experto en estética, el Dr. José Manuel Gómez Villar, de la clínica Livet, con quien concluyeron que podría haber invertido entre 60.000 y 90.000 euros en retoques, operaciones, rellenos e inyecciones.
La socialité ha ido perfilando la nariz respingona de joven a través de tres rinoplastias a las que, según los expertos, se habría sometido, por un precio total de 21.000 euros.
Según detalló el experto José Luis Vicente-Peix (clínica Esbeltic Model) para Look, Preysler se habría hecho la “primera rinoplastia para afinar o reducir la base y conseguir una punta más estrecha y, posteriormente, una segunda para conseguir un tabique más recto, en consonancia con los cánones actuales de belleza".
“No es habitual que las mujeres se operen tantas veces la nariz. Lo normal es que se hagan una sola rinoplastia en toda su vida”, explica a Vanitatis el doctor José Vilar Sancho, médico especialista en cirugía plástica, reparadora y estética.
Según este experto, la Preysler se habría hecho también alguna rinomodelación posterior, más sutil. “Igual que te inyectas rellenos en los pómulos o en los labios, lo haces en la nariz para aumentarla”, explica:
La primera vez que se habló de su corrección de nariz fue en 1982, cuando ¡Hola! llevó a la entonces marquesa de Griñón a su portada con el titular “el nuevo rostro de Isabel Preysler”, coincidiendo con la pedida de mano de su futura cuñada, Marta Chávarri, quién se prometía al marqués de Cubas, Fernando Falcó:
Pero aquella no sería su primera rinoplastia, ya que según La Vanguardia, la ex de Vargas Llosa ya se había operado antes en el extranjero dos veces, sin éxito, para solucionar un problema en el tabique nasal y facilitar su respiración. Y fue en esa tercera, llevada a cabo por el doctor Benito Villar Sancho, cuando aprovechó para cambiar su perfil.
Otra de las apariciones públicas más recientes de Preysler en las que su nariz fue el centro de atención fue en los Goya de 2016, cuando empezó a apreciarse una nariz mucho más recta que parecía salir directamente de la frente:
Isabel Preysler presta especial dedicación al cuidado de su físico desde muy joven, algo que asegura aprendió de su madre:
Entre sus secretos de salud y belleza se encuentran su crema anti-edad My Cream, cosmético que sacó a la venta tras la muerte de Miguel Boyer; el batido verde de seis verduras y dos frutas que tomaba todas las mañanas; sus visitas a clínicas estéticas como la de Maribel Yébenes o el madrileño Massumeh, o ejercicios físicos para estar en forma como Pilates.
Isabel Preysler sigue manteniendo una talla 40 a sus 71 años gracias también a su estudiada alimentación. Hace unos años dijo que seguía la dieta macrobiótica, cuyas carencias suplía con diez pastillas al día de suplementos vitamínicos. Eliminó por completo las bebidas gaseosas, y aunque no es vegetariana, también ha reducido el consumo de carne. “Nunca me verás pidiendo un filete de carne”, dijo.