“¿Dar las Campanadas en 2023 con Jesús Vázquez? ¿Por qué no?”, bromea Verónica Dulanto. Un sueño que no parece tan inalcanzable teniendo en cuenta que Mediaset ya la ha elegido este año como pareja del veterano presentador en las galas de Nochebuena y Nochevieja en Telecinco, lo que la confirma como uno de los rostros de moda en el grupo, al que lleva ligada 17 años. “Empecé con 26 años y tengo 44, he crecido personal y profesionalmente aquí”, cuenta a NIUS.
Lo suyo no ha sido un salto de la noche a la mañana. Licenciada en Periodismo por la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid), empezó con 22 años en Canal 7 (Línea de amigos, Vida Perra) y Antena 3 (El diario de Patricia, Alerta 112, Sin límites). En 2004 se pasó a Telecinco de la mano de Ana Rosa Quintana, su primera gran escuela, con la que estuvo una década como redactora, reportera y colaboradora.
Tras curtirse como reportera de calle en formatos como En el punto de mira (Cuatro) o La comunidad (Telemadrid) -también producidos por Unicorn-, Telecinco le confió en 2017 el programa de Divinity que elige los lugares más bonitos de España (Luce tu pueblo ), y después llegaría su debut en plató como sustituta de Sonsoles Ónega en Ya es mediodía o de Joaquín Prat en Cuatro al día.
Hace solo unos meses se estrenaba como presentadora titular del magacín Ya es verano junto a Frank Blanco y Marta González Novo, llevando casi todo el peso de 5 horas de directo. Aunque su confirmación como apuesta de Mediaset llega ahora con los especiales navideños '¡Viva la fiesta!". “Cuando me lo ofrecieron colapsé, la mejor noticia que podían darme este año”, dice agradecida.
Su “versatilidad, cercanía y empatía y credibilidad” ante las cámaras son las virtudes que destacan sus jefes de ella. Pero sobre todo, el “valor” que demostró en los momentos de tensión vividos en su etapa de reportera y ahora en plató. "Me crezco en los conflictos, creo que he sacado el coraje de mi madre", una ex funcionaria de prisiones que "enviudó muy joven, sacando adelante a sus tres hijos, y sin parar de trabajar hasta hoy en labores de reinserción social. “No he sido consciente del esfuerzo que hizo hasta que yo también he sido madre”.
Charlamos con Verónica Dulanto sobre su progresión en estos últimos años y cómo afronta el 2023, “lista para todos los retos que vengan”.
Pregunta. Estás a punto de cerrar el mejor año profesional de tu vida, ¿cómo lo estás viviendo?
Respuesta. Me da mucha pena que termine por lo bien que ha ido. Es un balance muy positivo. He disfrutado muchísimo y han pasado cosas muy bonitas que no me esperaba….
P. Como presentar las galas de Nochebuena y Nochevieja con Jesus Vazquez…
R. Eso fue todo una sorpresa. Estaba en Maquillaje, esperando para entrar en Ya es mediodía, cuando me llamó Leonardo Baltanás [director de Producción en Mediaset]. Entre los secadores y el jaleo, ¡al principio le entendí mal y todo, pensé que me estaba diciendo que iba a dar las Campanadas!… [risas] Mi cabeza empezó a colapsar. Cuando ya me centré y fui consciente de lo que me estaba ofreciendo, tuve que asimilarlo, porque fue totalmente inesperado y la mejor noticia que me podían dar este año.
P. Es la primera vez que haces de “maestra de ceremonias” en un programa de espectáculo y variedades. ¿Como te has sentido en ese papel?
R. Me emocionó ver que Mediaset había apostado por mí este año. Cuando me dijeron que iba a ser con Jesús Vázquez, la alegría fue aún mayor, porque no le conocía personalmente, pero le admiro muchísimo como profesional. La magia, complicidad y compenetración surgieron desde el minuto uno. Esas ganas que teníamos los dos de hacerlo lo mejor posible y, sobre todo, pasárnoslo bien. Yo a Jesús ya le llevo en mi corazón, le he dicho que tenemos que hacer algo juntos en 2023.
P. Quién sabe, ¿tal vez las Campanadas del próximo año?
R. Claro, pues ¿por qué no? Lo que surja, todo será bienvenido [risas]
P. ¿Cómo recuerdas tus inicios en Mediaset?
R. Empecé en el programa de Ana Rosa en diciembre de 2004, justo cuando se estrenó en Telecinco. Al final, yo he crecido personal y profesionalmente aquí. Tenía 26 años y ahora 44, imagínate, toda una vida:
P. ¿Cómo viviste pasar del reporterismo de calle a presentar actualidad en plató?
R. Haber hecho tanto reporterismo de calle te da tablas para el plató, pero no tiene nada que ver una grabación con el directo. El primer día tenía los nervios lógicos, pero enseguida me sentí muy cómoda, porque cuando algo me ilusiona soy la persona más feliz del mundo y salgo a por todas, dispuesta a comerme el mundo, vaya mejor o peor.
Este verano surgió la oportunidad de presentar Ya es verano, cinco horas en directo. Aunque estaba acompañada de Frank Blanco y Marta González Novo, el programa fue derivando al corazón, por lo que mi parte tenía cada vez más peso. Fue como un "máster express" para mí.
He aprendido muchísimo, a improvisar, a gestionar colaboradores, invitados, emociones, a lidiar con llamadas en directo… Más que presentar, es moderar, saber escuchar, hablar y callar cuando toca. Tengo la suerte de contar con una dirección y equipo maravilloso que me ayudan mucho. Una pena que terminara porque empecé a disfrutarlo cuando estaba terminando.
P. ¿Qué crees que ve Mediaset en ti para darte todas estas oportunidades? ¿Cómo definirías tu estilo?
R. No lo sé. Me dicen que transmito credibilidad, empatía y cercanía, que es lo que más me gusta. Puede que la gente se identifique conmigo porque ven que detrás de la presentadora hay una persona normal a la que le pasan cosas, que opina, se moja, llora... Como me ocurrió este verano, como cualquier persona.
P. En tu etapa de reportera llamaba la atención lo valiente que eras, saliendo airosa de situaciones realmente tensas…
R. Me lo dice mucha gente, “qué h****s que le echas a las cosas”. Yo creo que no es cuestión de tener ovarios o no. Me considero una persona valiente, que en los momentos de tensión, en lugar de apocarme, me crezco, me envalentono. No aguanto una falta de respeto, unos gritos. Me enfrento a la situación porque es lo que me nace, no veo el riesgo, me olvido de todo:
P. En esa valentía quizá te ha ayudado tener una “madre coraje”… Tengo entendido que fue funcionaria de prisiones y aún hoy ejerce una gran labor social ayudando en la reinserción de presos…
R. Sí. tengo mucho que agradecer a mi madre pero lo que más me enorgullece es parecerme a ella. Es una persona carismática, con una energía vital que tumba a cualquiera. Se quedó viuda con 35 años, y sacó adelante a sus tres hijos pequeños, sin parar de trabajar y llevando su casa con mucho esfuerzo para darnos lo mejor. No he sido del todo consciente de ello hasta que yo también he sido madre. Ese coraje mío en la calle quizá lo saqué de ella. Somos las dos “escorpionas” [signo Escorpio], fuertes, valientes.
P. Pues habrá que conocerla algún día en un plató…
R. Sí, mi madre es todo un personaje. El periodismo es su profesión frustrada. Me manda todos los días las audiencias, noticias de la tele, está muy metida en este mundo y lo mira todo con lupa. Está muy orgullosa de mí, pero también es mi mayor crítica. “Te voy a decir la verdad, aunque te enfades, tienes que mejorar estos gestos que no te favorecen, ese pelo, el vestuario… A veces no me sienta bien y me enfado con ella [Risas] Pero así son todas las madres, igual que yo ahora con mis hijas, de 8 y 11 años.
P. ¿Cómo te ha cambiado la vida a nivel personal tu “boom” en la tele?
R. No la ha cambiado. Tengo una familia maravillosa. Mis hijas ya están acostumbradas a que esta profesión es muy cambiante. Lo mismo viajas mucho que trabajas en fin de semana. Yo les transmito que hay que adaptarse, porque es el trabajo de mamá, lo que me hace feliz. Cuando eran más pequeñas sí hubo épocas más complicadas, pero ahora el engranaje funciona. Además presumen de madre [risas]. Dicen “mira, mamá sale en la tele”, “qué guapa vienes hoy, qué bien los has hecho”, “¿podemos ir un día a la tele contigo?” Lo viven con mucha emoción.
P. ¿El periodismo siempre fue tu vocación? ¿Eres la única de la familia que lo ejerce?
R. Mi hermano mediano hizo Periodismo, aunque terminó dedicándose a otra cosa. Pero en mi caso, el Periodismo era sí o sí.
P. ¿Ya soñabas de pequeña con ser presentadora?
R. Cuando ya he tenido muy manejado el reporterismo, me picaba el gusanillo, la curiosidad de presentar. Pero nunca me ha obsesionado, porque no es algo que elijas, no depende de ti. El no haberlo buscado, sino que ha llegado con los años, ha hecho que me sepa mucho mejor, porque si no me habría sentido frustrada. Y una vez que lo he probado, sí me gusta y querría seguir aprendiendo para poder establecerme ahí. Tampoco me veo con 50 años haciendo calle…
P. La prensa de corazón es una parte muy importante en los programas que presentas. Ya te han apodado “la salsera”. ¿Te sientes cómoda con el "salseo"?
R. Ya llevo unos años haciéndolo, desde la sustitución de Sonsoles Ónega en Ya es verano con Marc Calderó. Me gusta, no tengo prejuicios. Mi jefa Xelo Montesinos [directora de Unicorn Content] me dice que soy muy versátil, que lo mismo puedo hacer corazón, que reporterismo, actualidad o una gala de Navidad.
P. ¿Cuál ha sido tu salseo favorito del año y a quién te gustaría entrevistar ahora?
R. Disfruté mucho con la historia de Ortega Cano y Ana María Aldón, con esas llamadas en directo. Fue un toro difícil de lidiar y creo que salí bastante airosa. [risas] Además, pude conocer a Aldón en las distancias cortas y fue toda una sorpresa. Tenemos amistad desde entonces. Ahora me encantaría entrevistar a la protagonista del momento, Isabel Preysler, otro noviazgo frustrado…
P. ¿Cómo llevas que tú misma empieces a convertirte en un personaje de interés? Sobre todo para tus fans, que quieren saberlo todo, desde de dónde eres hasta tu altura…
R. Pues mira, soy de Madrid, vivo aquí y tengo dos hermanos chicos. Mido 1,73. Y tengo pie pequeño (38) para mi estatura, que eso también me lo preguntan mucho en Instagram. [risas]
P. ¿Qué te dice la gente por la calle? ¿Notas que te conocen más?
R. Tengo un nivel de fama muy manejable. Recibo mucho cariño ya desde En el punto de mira, que fue el salto para que la gente se quedara con mi cara y mi trabajo. Ahora, solo sigo recibiendo buenas palabras. Muchos se sorprenden porque piensan que porque salgas en la tele, eres alguien inalcanzable. Yo contesto en Instagram, estoy atenta, doy gracias, ¡es que es lo mínimo!. La televisión es un trabajo como otro cualquiera.
P. ¿Qué le pides a 2023? ¿Preferirías dar las Campanadas o tener tu cuadro en el paseo de las estrellas de Mediaset?
R. Esa es la broma que tenemos, ¿para cuándo mi cuadro en el pasillo? Ya he dicho que como no me lo pongan este año, voy a ir de noche con capucha a colgarlo yo. [Risas] Fuera de bromas, no quiero ser pidona. Las cosas me han venido dadas por sorpresa, que es la mejor forma de saborearlas. Como mínimo solo le pido a 2023 que sepa igual de bien. Estoy dispuesta a enfrentarme a todos los retos que vengan, ya sea un programa de entretenimiento, un magacín, algo en lo que me sienta cómoda y pueda seguir explorando la faceta en plató. Si hay jefes leyendo esto, les pediría que lo miren todo con cariño… [risas]
P. ¿Hay algo que no harías nunca?
R. Creo que nunca participaría en un reality. Supervivientes me ha encantado siempre. Me gustaría vivir la experiencia a nivel personal, no en la tele. Pero más allá de eso, no me gusta ponerme frenos de antemano. Porque luego me he dado cuenta de que cuando llega el momento de hacer algo nuevo, al final me he visto capaz.