A Marta Flich siempre le atrajo el mundo del espectáculo. De niña estudió música y piano y, en cuanto pudo, interpretación. Hizo la carrera de Economía en Valencia y un Máster en Comercio Internacional en Delaware, por aquello de asegurarse un trabajo "serio". Pero al final terminó apasionándose por la Economía, "la madre del cordero", por su capacidad para cambiar el mundo junto a la política.
A sus 42 años, Marta Martínez Nebot (su verdadero nombre antes de adoptar otro apellido paterno, Flich) ha trabajado en banca, pero nunca dejó su vena artística, colaborando en todas las cadenas de televisión con programas (Comedy Central), series (Escenas de matrimonio, La que se avecina), películas y obras de teatro (Sé infiel y no mires con quien...), alguna como directora.
Tiene un blog de economía "sencilla", ha escrito un libro (Necroeconomía... Y ahora ha descubierto su faceta más periodística en Todo es mentira, el programa de actualidad, entrevistas y humor que copresenta con éxito junto a Risto Mejide en las sobremesas de Cuatro.
Un programa que llegó hace dos años a una franja complicada, sobre todo teniendo en cuenta que enfrente tienen al todopoderoso Sálvame, de la misma productora. Poco a poco Todo es mentira ha ido encontrando su sitio (ya ronda el 7% de share), convertido en un referente imprescindible de lo que pasa en el mundo, sobre todo en tiempos de bulos y pandemia, en los que es mejor tomárselo todo con un poco de humor.
Para celebrar el 8M, Día de la Mujer, NIUS ha querido conocer más a una de las mujeres "todoterreno" del momento.
Pregunta: Todo es mentira
Respuesta: Esa es la gran pregunta del millón. Primero, que la cadena haya tenido la paciencia de dejarnos explorar y crecer hasta encontrar nuestra personalidad, que es lo que hace especial y define a un programa. La clave del éxito es mezclar la actualidad, el directo para transmitir la realidad, el minuto a minuto, con el humor y la ironía. El maridaje entre entretenimiento e información, el infotainment.
Y también, que hayamos introducido a colaboradores como especialistas que no era habitual verles en la tele, como antropólogos, virólogos, pensadores, sociólogos, escritores... La pandemia ha hecho que haya pasado por el programa gente muy elevada, que parecía que a priori no pegaban en un programa divertido, y de repente te das cuenta de que el público también echa de menos ese tipo de profundidad.
P: Eres economista, pero en la Wikipedia te presentan como "actriz y presentadora", aunque luego sí hablan de tu otra vertiente...
R: ¿Ah, sí? Vaya, con lo que me costó la carrera (risas)
P: ¿Cuál es la verdadera vocación de Marta Flich?
R: Desde pequeña sabía que me interesaba el mundo artístico, la comunicación, el periodismo. De niña estudié música, piano, e interpretación en Madrid cuando pude. Enseguida lancé mi blog de Economía. Yo estudié la carrera porque me parecía versátil y que no tendría problema para encontrar trabajo. Pero la verdadera importancia de la Economía la descubrí más tarde.
P: En Todo es mentira
R: Yo me formé como economista, hice un Máster en Comercio Internacional, trabajé en una entidad bancaria... Pero desde joven, mientras trabajaba en banca, estudié interpretación. Por ese lado yo ya sentía que estaba haciendo Periodismo, pero en Todo es mentira, al estar en un programa de política en directo, he podido integrar y aprovechar todas mis facetas anteriores, como la de actriz y economista. Sí creo que estamos haciendo un trabajo periodístico o de comunicación, más que otra cosa. Todo lo que he estudiado y en lo que he trabajado anteriormente me ha servido muchísimo.
Ahora, Todo es mentira es lo más bonito profesionalmente que me ha pasado nunca. Y mi vocación es ésta, sin duda. También echo de menos hacer ficción, series, cine, teatro.. pero esto es lo mas cercano a ser plenamente feliz profesionalmente.
P: ¿Ha despertado Todo es mentira
R: Siempre he tenido interés por la política. Desde que empecé a hacer divulgación de Economía, ya vi que estaba muy relacionada con la política. Porque al final, la política gestiona los recursos económicos. La economía es la madre del cordero, los partidos se diferencian en cómo gestionan el país. Yo integraría la economía en la educación normal.
Pero sí, cada vez me interesa más la política. En contraste a la desafección que puede sentir el ciudadano de a pie, a mí me ocurre lo contrario, sobre todo en momentos como éste.
P: Como economista, ¿crees que la crisis de la pandemia ha hecho cuestionar el sistema capitalista, como opinan algunos?
R: Más que el capitalismo, lo que ha desmitificado la pandemia es la austeridad. En la primera crisis, desde Europa se aplicaron políticas austeras y se resintieron mucho las políticas sociales. Yo soy de aplicar políticas contracíclicas. Si estás en un momento malo, hay que acudir a las políticas sociales. Es decir, no hay que recortar cuando hay crisis, y también se puede ahorrar cuando hay bonanza. Esta opción que se ha tomado en esta crisis es la mejor. Más que cuestionar el capitalismo, lo que la crisis del coronavirus ha puesto en evidencia son las distintas políticas que se pueden hacer, para rescatar o abandonar una sociedad.
P: El auge del programa os ha pillado en plena crisis del coronavirus. ¿Sientes la llamada "fatiga pandémica"?
R: Sí, la fatiga pandémica se nota, porque las situaciones han sido gravísimas. Y mira que nosotros estamos en una situación muy privilegiada, porque tenemos trabajo. Hay muchos tipos de agotamiento. Nosotros empatizamos con toda la gente con la que hablamos, vemos la cruda realidad. Por otro lado, está el cansancio emocional que todos tenemos. Llevamos mucho tiempo sin ver a nuestros familiares. Todos tenemos a gente que ha muerto por esta pandemia, o amigos familiares que no están en la mejor situación. Hay un coste social elevadísimo, y nosotros también lo sufrimos, en mi caso, en primera persona.
P: ¿Qué opinión tenías de Risto antes de trabajar con él y cómo es ahora que le conoces?
R: Yo a Risto solo le conocía como espectadora, nunca había hablado con él. Tenía una opinión buena, siempre me interesó el trabajo que ha hecho. Nunca pensé que fuera un borde, esa imagen que algunos tenían de él. Me gustaba su rol, me parecía un tío divertido, que va de frente... Pero soy consciente de la idea que la gente tenía de él, porque ahora muchos me preguntan '¿cómo es?, ¿cómo es trabajar con él?' Pues una persona excepcional, fantástico divertido, sensible, exigente.. solo tengo buenas palabras para él.
P: ¿Cómo os repartís los roles en el programa? ¿Qué aporta cada uno?
R: Cuando estamos los cuatro, de lunes a jueves, el liderazgo, el rigor, la credibilidad, la energía, el espectáculo, lo aporta Risto, esos son sus activos. Y además, él es el que tiene mas experiencia incuestionable. Yo soy la parte más informativa, aporto más sobriedad y un poco de aceite a la maquinaria. Digamos que soy el hilo conductor de lo que pasa en plató, y también pongo un poco de chispa y simpatía cuando toca. Y los chicos [Miguel Lago y Antonio Castelo] aportan el ingenio, el sentido del humor y el sarcasmo, sin duda.
P: ¿En qué se diferencian Antonio Castelo y Miguel Lago?
R: Son muy diferentes. Lago tiene un rol más a la contra, defendiendo lo indefendible. Por ejemplo, algo que sea una "marcianada", pues él se pone del lado de la marcianada, con un sentido del humor fantástico. Y Castelo es un como un cirujano provocador, muy fino e inteligente. Los dos son súper complementarios.
P: ¿Por qué te cambiaste el nombre a Marta Flich?
R: Es un apellido de mi familia paterna que me gustó, y lo uso con mucho orgullo.
P: Todo es mentira
R: Lo más parecido a eso fue lo que nos pasó a todos al principio, antes de saber que esto era una pandemia terrorífica. Cometimos un error, pero no podíamos preverlo en plan 'Minority Report'. No fuimos visionarios de la gravedad en su momento. Ahora, visto con perspectiva, hicimos lo que la OMS decía entonces. Con la información que teníamos, intentamos desdramatizar algo. En realidad nos equivocamos, pero igual que se equivocó todo el planeta. No se libró nadie, es algo que voy a recordar siempre.
P: ¿Cómo vas a celebrar el Día de la Mujer este 8 de marzo?
R: El feminismo es conseguir una igualdad real, que no se ha producido todavía. Durante la pandemia se han agudizado las diferencias entre hombres y mujeres, sobre todo en el mercado laboral. No hay que olvidar el problema de la violencia machista, pero en el trabajo la diferencia es aún muy notable. Esa es la reivindicación que yo quiero lanzar este año. El 8M está para que alcemos la voz y demandemos una igualdad real, pero COVID free, por favor, en cualquier formato libre de riesgo de contagio.
P: ¿Irías a la manifestación si se pudiera?
R: No, no iría. En realidad no iría a esta ni a ninguna otra. No creo que la ausencia de manifestaciones amedrente al movimiento, que es imparable. Si otros salen a la calle, del partido que sea, me da igual, cada cual que sea consecuente con lo que ha hecho por esta pandemia. Desde luego, no creo que sea el momento de salir, sobre todo con la envergadura que tiene esta manifestación. Es tan exitosa, hay tantas personas que se pueden juntar en la calle, que solo por eso ya merece la pena hacer el esfuerzo de no ir. Y cuando consigamos la inmunidad, el 70% ansiado de vacunación, ya podremos olvidarnos, gritar, ojalá, y seguir celebrando el feminismo hasta el fin de nuestros días.
P: ¿Tú has sentido la discriminación o el abuso de poder en algún momento de tu vida? Sobre todo en el ámbito económico, tradicionalmente dominado por hombres...
R: Hombres machistas ha habido siempre. El alto cargo siempre ha sido un hombre. El techo de cristal ha existido en todos los trabajos, banca, comercio internacional... Siempre ha habido algún hombre con comportamiento machista, autoritario diría yo, que también está relacionado con el machismo. Claro que se ha producido, en el día a día de todas las profesiones y clases sociales.
P: ¿Qué hace Marta Flich los fines de semana? ¿Cómo es tu vida fuera de Todo es mentira
R: Aunque estemos en pandemia, se puede salir. Yo intento ir a una terracita en algún momento del sábado, comer fuera, siempre respetando las distancias y con precaución. Me gusta salir al aire libre, y también aprovecho para descansar, dormir, compartir la vida con mi marido, ver documentales y series. Cosas de gente normal. Y cuando viene alguien de mi familia a Madrid, intento verles. Aunque hace un año que no les abrazo.
* Marta Flich está casada con Edu Galán, escritor (El síndrome de Woody Allen), colaborador de radio y TV y fundador de la revista Mongolia. "Ella me hace mejor persona. Nosotros nos escuchamos mucho", dijo de ella en una reciente entrevista.
"Pérez Reverte ha sido testigo de nuestra boda y cuando me dice que mi mujer es maravillosa yo le sostengo la mirada, a él, un tipo que acojona a Chuck Norris, pero es solo para reírnos", dijo el marido de Marta Flich, sobre las bromas que suscitó en Todo es mentira esta foto de los tres compartiendo sala en el Registro Civil: