Rumeysa Gelgi, una ciudadana turca de 25 años y 2,15 metros, está considerada la mujer más alta del mundo por el récord Guinness. Debido a su tamaño, Rumeysa nunca había podido montar antes en un avión. Ahora, acompañada de su madre, ha viajado desde Estambul hasta San Francisco (Estados Unidos) después de que la compañía Turkish Airlines retirase seis asientos y colocase una camilla. Por otra parte, un avión que volaba de Gran Canaria a Manchester tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Bilbao.
Rumeysa, que fue tumbada las 19 horas de vuelo, padece desde niña el síndrome de Weaver, una rara condición genética que provoca un crecimiento excesivo de los huesos. Es por este motivo que con frecuencia utiliza una silla de ruedas para desplazarse.
La joven publicó parte de la experiencia en su cuenta de Instagram (@rumeysagelgi). Rumeysa difundió varias fotografías, donde se ve cómo le instalaron una camilla que ocupó los seis asientos que quitaron en la clase económica.
En las imágenes se le puede ver tumbada y acompañada en todo momento por miembros de la aerolínea. Gelgi agradeció al personal de la aerolínea, funcionarios, equipo médico, policías de aduana y todos los departamentos en general el gran trato y la magnífica atención que le dispensaron.
"No tuve la oportunidad de aprender los nombres de muchas personas que me ayudaron con amabilidad y devoción", señaló Rumeysa, añadiendo que fue "un viaje impecable de principio a fin". Además, detalló que este "no será el último"' vuelo.
Esta joven turca cuenta con cuatro récords Guinness: fue la adolescente viva más alta (2,14 metros) y ahora es la mujer viva más alta; tiene los dedos más largos en una mujer (11,2 centímetros); la mano más larga (25 centímetros); y la espalda más larga (60 centímetros).
Gelgi, que es desarrolladora de software, estará seis meses en el país norteamericano, donde trabajará para Guinness World Records.