Sorpresa cuando acude al oculista por un dolor en el ojo y le extraen 23 lentillas: “no durmáis con ellas"
La mujer de avanzada edad se quejaba de una molestia en el ojo, al acudir al oculista descubrió que tenía puestas 23 lentillas
La mujer había estado poniéndose una lentilla sobre la otra durante casi un mes
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Una oftalmóloga no se podía creer lo que encontró en el ojo de una paciente que se quejaba de unas molestias en el ojo. La mujer tenía puestas al mismo tiempo 23 lentillas en sus ojos después de olvidar quitárselas durante casi un mes.
Los hechos tuvieron lugar en el estado de California, Estados Unidos. Allí la doctora Katerina Kurteeva, quien fue la encargada del diagnostico, compartió un video en las redes sociales un vídeo retirando cada una de las lentes. Debido al sorprendente asunto, este se hizo viral rápidamente en la red. “Una rara ocasión en la que alguien ‘olvidó’ quitarse los lentes de contacto por la noche y siguió poniéndose uno nuevo cada mañana. ¡23 días seguidos! Llegué a entregar el paquete de lentes de contacto en mi clínica”, publicó la oftalmóloga en la cuenta de Instagram de su clínica.
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La paciente había estado poniéndose una lentilla sobre la otra durante un mes
Durante la intervención, la especialista aseguró que “estaban esencialmente pegados después de estar debajo del párpado durante un mes”.
La mujer de avanzada edad, había olvidado retirar las lentillas por las noches, y a la mañana siguiente volvía a colocar otra encima, afectando gravemente a su salud. “Aunque les pedimos a las personas mayores que vengan una vez al año para hacerse chequeos, esta mujer se había saltado las citas y no había ido a la oficina en dos años. Aunque su visión era borrosa, era el dolor lo que más le molestaba”.
Ante estas molestias que anunciaba la mujer, la doctora aseguró ponerse en la peor situación posible, descartando como puede ser lógico que la mujer no se hubiese retirado las lentillas por días. “Mi mente saltó a las posibilidades de lo que podría ser: un pedazo de lente de contacto roto, un rasguño en la córnea, una infección, una pestaña o restos de maquillaje. Solo lo sabría con certeza una vez que hiciera el examen”.
“Cuando le pedí que mirara hacia abajo, pude ver los bordes de un par de lentillas pegados entre sí. Al sacarlos, sentí que aún podía ver más y le pedí a mi asistente que tomara mi teléfono para registrar la eliminación”.
También la doctora ha querido recalcar la importancia de retirar estos dispositivos. “Podría haber perdido la visión, haberse raspado la córnea o contraer una infección. Le rogué que no volviera a usar lentes de contacto y que le diera un descanso a sus ojos, pero volvió a usarlos”.