Una pareja británica se encontró con una vasija de barro vidriado repleta de monedas de oro enterradas bajo el suelo de su casa de Ellerby, North Yorkshire.
La pareja encontró el increible tesoro, que contenía 264 monedas de oro, cuándo estaban haciendo reformas en su cocina. El tesoro, con monedas de hasta cuatro siglos de antigüedad, que databan desde 1610 a 1727, periodo en el que gobernaron James I, Charles I y George I, estaba enterrado a poco más de 10 centímetros de profundidad.
Los propietarios, que llevaban viviendo en esta propiedad del siglo XVIII durante más de 10 años, cuando avistaron el descubrimiento pensaron que se trataba de un simple cable eléctrico. Pero al sacarlo de debajo de la tierra y mirar en su interior quedaron atónitos y contactaron con unos subastadores londinenses, Spink & Son, que asistieron para evaluar y cifrar el tesoro en casi 290.000 euros.
Tras una investigación, los propietarios de las monedas resultaron ser una familia de ricos y poderosos comerciantes, los Fernley-Maisters. Y este tesoro serían todos los ahorros acumulados en vida por el matrimonio.
Esta hallazgo esta siendo señalado como uno de los más grandes y extraordinarios de Inglaterra. El subastador Gregory Edmund afirmó que 'este es un descubrimiento fascinante y muy importante. Es extraordinariamente raro que acumulen monedas de oro inglesas en el mercado".
Estas monedad, además, debido a algunos de sus errores de impresión son del todo peculiares, por lo que se incrementaría su valor, como por ejemplo una guinea de Jorge I de 1720, que tiene un error de acuñación. La moneda no tiene la cabeza del rey, sino que tiene dos caras de "cruz" de la moneda, y se espera que alcance las 4.000 libras esterlinas.