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El 'Guinness World Records', la autoridad mundial en materia de récords ha otorgado a Diana Armstrong el título como la mujer con las uñas más largas del mundo. Armstrong es de Minnesota, EE. UU. y ha explicado que decidió dejarse crecer las uñas de las manos cuando su murió su hija en 1997. Otro récord que impactó fue el del alemán Sebastian Steudtner que logró surfear una ola de más de 26 metros.
Diana Armstrong ha dejado crecer sus uñas durante 25 años y ya le miden 1.306,58 cm. Aunque fue una decisión que tomó tras la trágica muerte de su hija, la mujer confiesa que le cuesta realizar tareas tan cotidianas como subirse la cremallera de los pantalones y eso la lleva a no utilizar prendas con este cierre. Así lo publica Daily Star
Diana tomó la decisión de dejar de cortarse las uñas en 1997 tras la trágica muerte de su hija, mientras estaba de compras recibió una llamada que le decía que su hija menor había fallecido. Con solo 16 años, la hija de Diana, Latisha, falleció mientras dormía por un ataque de asma. "Ese fue el peor día de mi vida", confiesa Diana a Guinness World Records. Antes del fatídico final de su hija, la mujer se solía arreglar con asiduidad las uñas, de hecho era Latisha quien se las arreglara todos los fines de semana.
Además Diana explicó que luchó contra la depresión durante una década y que dejarse crecer las uñas era su forma de mantener a su hija en sus pensamientos. Desde que comenzó su promesa, sus otros hijos intentaron convencerla de que se cortara las uñas porque se avergonzaban de lo que decía la gente. Pero Diana les confesó el significado de sus uñas y estos la comprendieron y aceptaron su decisión.
"Cuando nos contó la historia, mis sentimientos cambiaron", dijo la hija de Diana, Rania. "Porque tanto como ella extrañaba a mi hermana, yo también la extrañaba. Entonces, si esa es su forma de aferrarse a ella lo acepto".
Toda la familia de Diana la ayuda a mantener arregladas sus uñas. Limar y pulir cada uña puede llevar a los miembros de su familia de cinco a diez horas, casi 15 a 20 botellas de esmalte y una herramienta de carpintería para limarlas y mantenerlas lo más fuertes posible. Aunque a Diana le resulta complicado realizar tareas tan cotidianas como subirse la cremallera de los pantalones o la chaqueta y por ello evita este tipo de prendas.
También ha renunciado a conducir, ya que sus uñas largas lo han hecho casi imposible. En los baños públicos, tiene que usar el cubículo más grande ya que sus uñas son más largas que el cubículo promedio y si por ejemplo, se le caen monedas al suelo no puede recogerlas.
El récord anterior de uñas más largas en las manos lo tenía Ayanna Williams (EE. UU.) antes de tomar la decisión de cortárselas. Las uñas de Diana batieron el récord de Ayanna por 573,03 cm.