Tras pasar varias semanas ingresada en el Hospital Quirón de Marbella después de dar positivo en Covid-19, Bárbara Rey recibía el alta médica el pasado 25 de abril. Un susto importante del que afortunadamente la vedette se recupera ya en su domicilio, aunque le espera un largo proceso de recuperación y ha tenido que cancelar todos sus proyectos profesionales.
Visiblemente desmejorada, muy débil y en silla de ruedas, la actriz abandonaba el hospital con un ramo de flores en el regazo ocultando su mirada cansada tras unas grandes gafas de sol negras, y se reencontraba con su hija, Sofía Cristo, que muy emocionada se abrazaba a su madre tras semanas de incertidumbre y preocupación por su delicado estado de salud.
Ahora, un mes después, su hija ha vuelto a hablar de cómo evoluciona la salud de la vedette y de las secuelas que sigue padeciendo, según recoge El Mundo: "Lo que tiene el Covid es que es muy agotador y te deja secuelas. A quien le pega fuerte va bastante lento", añade, asegurando que a Bárbara "le han quedado a nivel físico visibles". Una de esas secuelas es el hinchazón: Está "súper hinchada y muy cansada", confiesa Sofía.
A pesar de ello, la actriz se va recuperando poco a poco de las secuelas del coronavirus, con el apoyo de todos sus seres queridos. Aunque ha tenido que renunciar a un concurso, Bárbara aseguraba a su salida del hospital que "la salud es lo primero" y, centrada en recuperarse poco a poco, ahora descansa en su domicilio arropada por sus hijos Sofía y Ángel, cogiendo las fuerzas necesarias para retomar su vida tras esta pesadilla de la que tardará en reponerse.