Muere el escritor Fernando Marías a los 63 años, ganador del Premio Nadal 2001

  • El escritor Fernando Marías ha fallecido a los 63 años de edad, según han informado fuentes de su entorno

  • Entre sus destacan 'Esta noche moriré', publicada en 1996 o 'El Niño de los coroneles', con el que obtuvo el Premio Nadal 2001

  • En 2005 publicó 'El mundo se acaba todos los días, con el que ganó el Premio Ateneo de Sevilla, y en 2010 se hizo con el Premio Primavera por su novela 'Todo el amor y casi toda la muerte'

El escritor bilbaíno Fernando Marías, nacido el 13 de junio de 1958, ha fallecido este sábado por la noche a los 63 años de edad, según han informado gente de su entorno y personalidades del mundo de la cultura en redes sociales.

Marías, que nació en Bilbao en 1958 y se trasladó a Madrid en 1975 para estudiar cine en la Facultad de Ciencias de la información, empezó su carrera como escritor en 1991 con la novela 'La luz prodigiosa', que se trasladó a la gran pantalla en 2003 y con la que ganó el Premio Novela Corta de Barbastro.

Novelista, guionista, y escritor juvenil "muy inquieto"

El mundo del cine, del teatro, y de la literatura adulta lamenta la pérdida de Fernando Marías pero también lo lloran esos jóvenes lectores a los dedicó parte de su vida este "tipo muy inquieto" quien en una de sus últimas obras juvenil les propuso que leyeran un poema "cada semana".

A principios de año Marías (Bilbao, 1958) ya avisó a su editor de la editorial Anaya Juvenil e Infantil, Pablo Cruz, que iba a estar "una temporada de reposo" por culpa de una enfermedad autoinmune en el hígado que finalmente no ha podido superar.

"Me he quedado helado, como editor solo tengo buenas palabras porque ha sido un tipo muy generoso, ha realizado una promoción incansable de sus libros, siempre estaba dispuesto", dice sobre el que en 2006 ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por su obra "Cielo abajo", ambientada en la Guerra Civil.

"Siempre estaba buscando proyectos nuevos -añade- era incapaz de pararse, siempre andaba buscando nuevas propuestas y, por suerte, en los últimos años hemos podido hacer tres libros y hace poco en septiembre lanzamos otro libro, 'Al otro lado de la brújula' una guía de viajes literarios por España". Pero teníamos en mente otros proyectos más en el aire".

Amante de la "cultura en general", Marías demostraba que el público infantil le interesaba hasta el punto de llevar a cabo la hazaña en 2021 de enganchar a los jóvenes al arte del verso de la mano de Federico García Lora, Leopoldo Lugones o Adela Zamudio con el libro "Dicen que no hablan las plantas"; poetas de ambos lado del Atlántico que hicieron poemas relacionados con la naturaleza, otro de los mayores intereses del escritor bilbaíno.

"Leer poesía ayuda a vivir mejor", afirmó el también ganador del Premio Nadal en 2001 por la novela "El niño de los coroneles", así como ganador del Premio Biblioteca Breve en 2015 con "La isla del padre", y del Gran Angular de Literatura Juvenil en 2008 por "Zara y el librero de Bagdad".

Muestra de su inquietud, este gestor cultural fue uno de los protagonistas de las letras el año pasado con su novela autobiográfica, "Arde este libro", donde narraba su relación con su pareja durante varias décadas y ya fallecida, Veronique Lebrun Lapierre. Y tampoco le temió a subirse a las tablas junto a su colega Espido Freire en "Esta noche moriremos" y "¿¿Esto era todo!!".

Marías también era codirector de la agencia de viajes literarios y culturales "Diodati se mueve", fundador del colectivo artístico "Hijos de Mary Shelley", y estaba trabajando en una adaptación teatral de "Los santos inocentes".

Y es que en las artes escénicas a Marías (quien estudió cinematografía en Madrid) también hay que reconocerle en el cine los guiones de "El segundo nombre" (2002) y de "La luz prodigiosa" (2003), película que fue nominada a cuatro premios Goya 2003, entre ellos al mejor guión adaptado.

Como editor, fue el responsable de reunir a 20 autores y 20 ilustradores en el libro "Como tú”" (Anaya, 2019), una antología de relatos juveniles en defensa de la igualdad de género.

Un libro donde en su prólogo el bilbaíno escribió: "La educación es la base de todas las cosas buenas y todas las cosas malas. Parece obvio, pero demasiadas veces se olvida. Una buena educación generará ecos positivos, de la misma manera que una educación descuidada, inadecuada o mala acabará antes o después por resultar nefasta. Lo demuestra la Historia y lo corrobora la vida cotidiana de nuestros días".

"Perdemos a uno de nuestros autores más queridos, un referente en el panorama cultural español y en la literatura juvenil, un escritor inquieto y en continuo movimiento, que nunca dejó de inventar nuevos proyectos en la literatura, el teatro y el cine. Sus lectores y amigos le echaremos de menos, pero seguirá viviendo en sus libros", expresan desde Anaya.