El diseñador catalán Antonio Miró ha muerto este jueves a los 74 años de edad a causa de un infarto de miocardio. El modisto empezó en el mundo del diseño de ropa a los 20 años y rápidamente, tras crear su firma, se convirtió en uno de los referentes de la moda española.
Nacido en la localidad de Sabadell, hijo de un sastre del que heredó el talento para cortar y coser, Miró abrió su primera tienda de ropa en Barcelona (Groc) en 1968. Su éxito a una edad temprana le llevó ocho años después, en 1976, a crear su propia marca, que lleva su nombre. Desde entonces se marcó su propio camino y se le considera un diseñador clave de los años 80 y 90.
El modisto estuvo muy implicado con la proyección de Barcelona como capital de la moda, así como en la Pasarela Gaudí. En 1992 fue el encargado de diseñar los trajes de los Juegos Olímpicos de Barcelona. La figura de Miró trasciende fronteras, más allá del impacto a nivel nacional. Su nombre sonaba para que le dieran el Premio Nacional de Diseño de Moda.
Con sus colecciones masculinas y femeninas, Antonio Miró se convirtió en un habitual de las pasarelas de Milán, París y Nueva York. Siempre pionero, también fue uno de los primeros diseñadores en apostar por modelos no profesionales en sus desfiles, cambiando así la imagen de las grandes estrellas y de los cuerpos extremadamente delgados.