José Antonio Marina: "A la sociedad española no le importa la educación"
El filósofo presenta "Historia visual de la inteligencia", donde reflexiona sobre el futuro de las nuevas generaciones marcadas por la tecnología
Marina dice que en treinta años viviremos un acontecimiento sorprendente: "La aparición de un ser nuevo"
Lleva media vida dedicado a dos mundos por los que siente fascinación, el de la reflexión y el de las palabras. Es una de las mentes más lúcidas y cabales de la España de hoy. Sabe qué decir y cómo decirlo y tiende en la conversación una especie de tela de araña en la que el interlocutor termina atrapado.
Es muy fácil imaginar a José Antonio Marina impartiendo clases con ese discurso apasionado, sin fisuras, como el que ahora utiliza para contar su último libro. "Historia visual de la inteligencia"(Conecta), donde tira del hilo de la historia para intentar responder a la gran pregunta de qué nos convierte en seres racionales. "He ahondado en la evolución humana para descubrir el potencial pasado, presente y futuro de nuestro intelecto".
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Para contarnos esta apasionante historia Marina utiliza un truco narrativo. Crea un personaje de ficción, un miembro de una civilización superior, muy lejana, que quiere conocer el secreto de la especie humana. Su nombre es Usbek. "Lo primero que se pregunta es cómo estos sapiens, que han creado cosas tan admirables como el arte, la ciencia o la tecnología hacen tantas estupideces", dice entre risas.
Pregunta. Porque... ¿el ser humano nace inteligente o se hace inteligente?
Respuesta. Para responder tengo que utilizar dos palabras. La primera es inteligencia, que es la capacidad con la que se nace. La otra es talento, que es el buen uso que se hace de la inteligencia. Por lo tanto la inteligencia está al principio, el talento está después de la educación, de manera que la educación lo que hace es transformar la inteligencia en talento. Esta interacción, este bucle prodigioso, fija muy bien cuál es el objetivo de las sociedades.
P. Y para captar al lector, cada capítulo comienza con un tuit...
R. No soy nada aficionado a esa red social, pero aquí he actuado como un pedagogo. He utilizado el tuit como un anzuelo para la lectura. Pensé, a ver si te sorprendo y quieres comprobar por qué he dicho lo que he dicho y te lees el resto de la página.
Solo Dios sabe lo que estamos haciendo con nuestro cerebro
P. En el capítulo número 10, dice "Fueron necesarios tres millones de años para que usted pudiera mandar un tuit. No desaproveche ese esfuerzo"...
R. Twitter lo veo como un peligro público. Al tener que reducir tanto el mensaje tienes que prescindir, primero, de las formas de cortesía, porque son lentas y son las que amortiguan la brusquedad de nuestras opiniones. Por otra parte tienes que quitar la matización, porque eso lleva tiempo. De manera que ya tenemos dos fuentes de agresividad, no puedo ser cortés y no puedo matizar, con lo que mi opinión es tajante, rotunda e impactante. Y por último, y lo más grave, tenemos que prescindir de los argumentos, porque también son largos. Y qué nos queda, una especie de tosquedad de pensamiento y una comunicación dura y muy elemental.
P. Que además es adictiva...
R. Sí, se ha producido un tipo de alteración mental que yo he denominado hiperactividad cognitiva que se caracteriza por la necesidad de estar recibiendo continuamente pequeños estímulos, que además hay que contestar compulsivamente. En el fragor de la inmediatez a la gente se le cruzan los hilos con mucha facilidad. Sólo tienes que ver los tuits, muchas veces estúpidos y otras absolutamente indecentes, de nuestros políticos. Deberíamos tomarnos muy en serio lo que está pasando en las redes. El mismo ex presidente de Facebook, Sean Parker, ha dicho, y es textual “sólo Dios sabe lo que estamos haciendo con nuestro cerebro”.
En treinta años aparecerá un ser nuevo"
P. Entonces, ¿nos estamos convirtiendo solo en seres tecnológicos?
R. Le diré que estamos a punto de equivocarnos. En treinta años se va a producir un acontecimiento sorprendente. Unos hablan de transhumanismo, otros de posthumanismo. El mundo tecnológico americano habla de la aparición de la singularidad. Ya existe la Singularity University con departamentos enteros dedicados a la mejora de la especie humana, donde se mezclan ingeniería genética, implantes neuronales, modos directos de comunicación entre cerebro y ordenador, potentísimos sistemas de inteligencia artificial… Sí, aparecerá un ser nuevo, de ahí la necesidad de este libro.
La función principal de la inteligencia no es conocer, sino dirigir bien el comportamiento"
P. Usted nos ha hablado de inteligencia ejecutiva, de inteligencia emocional…Yo a mis hijos les digo que la mejor inteligencia es la inteligencia práctica.
R. Es que la función principal de la inteligencia no es conocer sino dirigir bien el comportamiento. Hay que preparar a nuestros chicos para que tomen buenas decisiones, para que elijan bien sus metas, para que cuando se encuentren con un problema sepan manejar la información necesaria, gestionar las emociones, sepan ejercer las virtudes de la acción que son la perseverancia, la capacidad de soportar el fracaso. Todo eso es la inteligencia práctica.
Para José Antonio Marina la educación es una de las etapas más importantes en la vida de cualquier persona y sin embargo se lamenta de que "a la sociedad española no le importa la educación. Se lo demuestro con un dato absolutamente implacable. Todos los meses se hace una encuesta del CIS sobre las preocupaciones de los españoles. Nunca aparece la educación", dice mientras junta las yemas de los dedos de ambas manos para enfatizar la respuesta.
Tenemos un sistema educativo muy ideologizado
P. Pero siempre se monta mucho revuelo cuando aparece el informe PISA...
R. Que dura dos días. Tenemos un sistema educativo muy ideologizado. Desde la Transición, España ha pasado ya por ocho leyes educativas diferentes, y ninguna está adaptada a las necesidades del complejo mundo actual. Dicho en términos suaves la ideología es a la educación lo que la mixomatosis al conejo.
P. Cómo andan de inteligencia práctica nuestros políticos?
R. Utilizan una inteligencia marrullera y chapucera para salir del paso, y además sin comprender realmente los problemas. No los detectan y cuando lo hacen carecen de talento para proponer soluciones.
P. ¿Qué opina del manifiesto de los rectores catalanes?
R. No me ha gustado nada. No tienen ningún derecho a hacerlo. Hay que sacar también a la Universidad de la ideología. Los rectores como personas civiles pueden pronunciarse, lo que no pueden es posicionar a la Universidad, porque hay una máxima, proteger el derecho de los alumnos a seguir formándose y educándose. Su derecho a acudir a clase.
P. No sé si estoy hablando con usted o con su alter ego, con Usbek. A los dos les pregunto, ¿qué papel les gustaría ejercer en el actual mundo intelectual para arreglarlo un poco?.
R. El de conector entre el mundo de la ciencia y la tecnología y el de las humanidades. Se han separado por completo. No se entienden. ¿Por qué es más bello Shakespeare que las leyes de la termodinámica? Hay que introducir una cultura de la compresión entre los dos mundos que a mí me gusta llamar humanismo de tercera generación.
A sus 80 años sigue muy activo. Acaba de llegar de un viaje por Colombia donde ha estado impartiendo su sapiencia. La conversación se alarga cerca de hora y media y podría haber continuado. La educación, la voluntad, la ética, la inteligencia o la condición humana. Sabe lo que dice y me gusta como lo dice. Quizás sepa incluso el secreto de la felicidad. "Tener buena suerte y saber aprovecharla".