Tim Harford es un economista británico dedicado a la divulgación. Habitual del Financial Times y la BBC, en su último trabajo, 10 reglas para comprender el mundo (Conecta, 2021), se adentra en el mundo de las estadísticas y datos. Preocupado por el uso torticero y manipulador al que se someten las estadísticas nos da las claves para adoptar una postura más crítica y evitar caer en mentiras y engaños respaldados por una tabla estadística.
Pregunta: Es más fácil difundir un bulo apoyado en estadísticas que negarlo con estadísticas, ¿Cómo podemos combatir las fake news?
Respuesta: Después de ver a los asaltantes del Congreso en Washington, todos nos planteamos ¿qué creen estos locos? Pero la pregunta adecuada era ¿en qué descree toda esta gente? Son unos descreídos de los medios de comunicación, de las autoridades, de los tribunales… Realmente el problema es la falta de confianza. Y eso es lo que trato de decir en el libro. Necesitamos que la gente sea un poco más confiada. Yo propongo la regla de las tres C: Calma, Contexto y Curiosidad. Son los tres criterios a la hora de enfrentarse a un titular o una estadística que nos resulte llamativa. Lo primero es que si nos genera una ofensa emocional, lo mejor es calmarse y reflexionar tranquilamente sobre lo que nos dice. Segundo, identificar el contexto para saber qué es lo que nos dice, cuál es la fuente, qué intenciones puede tener… Todo esto nos ayuda. Y en tercer lugar, ser curioso. Es más importante preguntarte qué te dice sobre el mundo más allá de si te vale para rebatir un argumento o no. Todo esto nos ayudará mucho más a tener una actitud crítica ante las noticias que consumimos.
P: A veces, los sentimientos nos pueden llevar a tomar una mala decisión pero realizar una lectura errónea de los datos tampoco nos garantiza que acertemos, ¿Debemos asumir que es imposible tomar buenas decisiones?
R: Los sentimiento son muy traicioneros. Mi recomendación es que seamos conscientes de nuestros estados de ánimos y nuestros sentimientos para no darles tanto poder a la hora de tomar nuestras decisiones. Son importante, pero tenemos que ser capaces de ponderar su influencia en nuestro estado de ánimo para evitar. He hablado con jugadores profesionales de póker y lo que me dicen es que si quieres ganar tienes que estar seguro de que tus emociones no te guían y eres capaz de tener la cabeza fría. Esa es la primera habilidad del jugador de póker y creo que eso mismo debe aplicarse también a todo el mundo.
P: Cada vez se busca más que nuestras decisiones estén más guiadas por los sentimientos que por la razón, ¿Cómo pueden sobrevivir las sociedades democráticas sin razonamiento público?
R: Es muy útil saber si la persona que te está dando una información está respetando la regla de las tres C: ¿Lo que te cuenta te mantiene calmado o te sobresalta? ¿Te está dando el contexto necesario? ¿Está estimulando tu curiosidad o quiere enfadarte para que actúes de una determinada manera? Si alguien que me está contando algo respeta estos principios, yo me siento más cómodo de darle mi confianza. Esa es mi propuesta para que los debates públicos no se vicien.
P: Cita varios ejemplos de mal uso de las estadísticas para reforzar una idea preconcebida, ¿cree que los datos se han convertido en un arma de desinformación masiva?
R: Desde luego las estadísticas pueden ser usadas como armas de destrucción masiva, igual que una fotografía también puede ser manipulada para presentarnos una realidad inventada. Mi consejo es que no te creas una cosa, solo porque esté expresada en números. Hay que ser capaz de discriminar entre la verdad de los hechos y un análisis subjetivo. Del mismo modo que nos cuestionamos muchas cosas cuando vemos algo expresado con palabras, tenemos que hacer lo mismo con los números y no dar por sentado de que lo que cuenta es una verdad absoluta. Tenemos que ser capaces de decir, “sí, estas cifras son engañosas”. Por eso es importante el contexto, porque ahí es dónde nos preguntamos si la cifra marca una tendencia o no.
P: ¿Cree que después de la pandemia de covid volveremos a vivir unos locos años 20?
R: Creo que va a ser una buena década para Estados Unidos y eso siempre arrastra al resto de economías. Lo que sí podemos decir es que normalmente, a una ola de destrucción de la economía como la que estamos viviendo, le sigue una etapa de mucha creatividad e innovación y esa es nuestra esperanza. No sé lo que ocurrirá, pero soy optimista y confío en que así sea.
P: Vivimos con un aluvión de información que hace que muchas veces nos falte perspectiva, ¿Es una trampa el ciclo de información 24x7?
R: Desde luego nos iría mejor con un ciclo de noticias que fuera mucho más relajado. Las noticias que se actualizan cada día tienen más información que las que se actualizan cada hora y las que se actualizan cada semana más información que las que se actualizan cada día. En el libro pongo el ejemplo de un periódico ficticio que se publica cada 25 años o cada 50 años y te das cuenta que sus titulares nos darían más información de las cosas que han ocurrido en ese tiempo que los titulares de los medios reales. Creo que la trampa es estar pendiente de la información muy a menudo, buscar actualizaciones cada poco tiempo. Yo también lo hago, pero no te ayuda a comprender el mundo buscar una novedad cada 15 minutos. Y sin embargo, leer un reportaje de análisis semanal sí te da muchísima más información.
P: Al tomar una decisión da igual que sigamos un algoritmo o nuestra intuición que en ambos casos podemos estar equivocados por culpa de los sesgos cognitivos ¿Es posible objetivizar las decisiones?
R: Sí, pero necesitas algo cuando haces eso. Por ejemplo, si vas a usar un algoritmo para elegir candidatos a un puesto de trabajo y que no haya discriminación por género o por etnia esto se puede conseguir, pero también es cierto que te vas a dejar otras cosas por el camino. Creo que no hay una solución perfecta. Para mí, los algoritmos pueden resolver problemas importantes, pero tenemos que ser capaces de evaluar su funcionamiento. Y por ahora no somos capaces de realizar grandes evaluaciones de los algoritmos con transparencia y eficacia.
P: Habla de la manipulación de estadísticas, en Argentina, Grecia o Canadá, si un estado no tiene una oficina independiente de estadísticas, ¿podemos dudar de la calidad de su democracia?
R: No sería tan radical. No es una cuestión de blanco o negro sino que hay una amplia gama de grises en medio. Sí creo que es mejor tener estadísticas independientes, porque eso te permite realizar un seguimiento más independiente de las tareas de gobierno y puedes realmente entender lo que sucede en un país. Pero Grecia es una democracia, Canadá es una democracia consolidada, incluso dos directores de la oficina estadística dimitieron. No diría que si hay problemas con la independencia de las oficinas estadísticas, no es una verdadera democracia. Pero a nadie se le escapa que cuanto más independiente sea la oficina de estadísticas de un país, más fácil será comprender la realidad del mismo y controlar la actividad del gobierno.