En un impresionante estado de conservación, el Gobierno egipcio ha dado a conocer al mundo que se ha hallado “bajo la arena” una gran ciudad perdida que tendría unos 3.000 años de antigüedad, datándose “dentro del reinado de Amenhotep III, y que Tutankamón y (el faraón) Ay siguieron utilizando”.
Bautizada como ‘El ascenso de Atón’ esta “Ciudad Dorada perdida”, ubicada en la ciudad egipcia de Luxor, ya es considerada como “el mayor asentamiento administrativo e industrial de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental” de la citada localidad, tal como ha expresado el Ministerio de Turismo y Antigüedades, que ha compartido a través de las redes sociales las impactantes imágenes.
Tal como cita el medio local Egyptian Streets, el arqueólogo Zahi Hawas, quien ha estado al frente de la expedición que ha dado con el histórico hallazgo, en la ciudad se pueden observar sus calles “flanqueadas por casas, algunas de las cuales alcanzan los 3 metros de altura”.
“Podemos revelar que la ciudad se extiende hacia el oeste, hasta la famosa Deir el-Medina”, una aldea o poblado fundado por Tutmosis I, faraón de la dinastía XVIII.
Certificando la importancia de este hallazgo, la profesora de egiptología de la Universidad de John Hopkins en Baltimore, Betsy Brian, ha señalado que este descubrimiento arqueológico está considerado como, nada más y nada menos, “el segundo más importante desde la tumba de Tutankamón”.
“No solo aportará una perspectiva poco común de la vida de los antiguos egipcios en ese momento, sino que nos ayudará a arrojar luz sobre uno de los mayores misterios de la historia: ¿Por qué Akhenaton y Nefertiti decidieron mudarse a Amarna?”, ha dicho.
Así, la urbe sería una pista fundamental para los desarrollos culturales y religiosos del reinado de Amenhotep III, cuya sucesión vendría a manos de su hijo, Akhenaton.